Viernes Santo inestable. Las nubes han recorrido los cielos de Sevilla aunque sin la intensidad de tormentas y granizos del jueves, han dejado lluvias y previsión de chubascos generalizados, lo suficiente como para que todas las cofradías decidieran no salir a la calle y frustrar el Viernes Santo sevillano.
La primera en decidir no salir a la calle fue una de las más importantes de Sevilla y una de las que más fieles congrega, la del Cachorro, cuya talla de 1.682 es una de las más preciadas de la Semana Santa de Sevilla.
La Hermandad del Cachorro, que debía partir desde la basílica del Santísimo Cristo de la Expiración para enfilar hacia la trianera calle Castilla decidía no realizar su estación de penitencia, y tras ella, la La Carretería era quien comunicaba formalmente que tampoco realizaría su estación de penitencia, cuyos titulares datan del siglo XVII.
La Hermandad de la Soledad decidía no realizar la estación de penitencia tras solicitar una hora de prórroga, decisión que secundaba poco tiempo después la Hermandad de la O, que se había comprometido a salir a las siete de la tarde y a alcanzar carrera oficial cumpliendo con su horario oficial previsto.
San Isidoro, una de las cofradías con un recorrido más corto de la Semana Santa de Sevilla, ni siquiera pedía prórroga y comunicaba, casi a la hora de su salida, su decisión de no realizar la estación de penitencia.
Con el cielo abierto y sin llover pero con aviso amarillo por precipitaciones, La Mortaja y Montserrat eran las únicas que quedaban en tomar la decisión. Montserrat retrasaba su decisión hasta las nueve menos cuarto y la Mortaja se adelantaba: no haría estación de penitencia a la Catedral de Sevilla. Montserrat tardaba en decidir, pero la activación del aviso por lluvias dejaba poco margen, dando por trucado el Viernes Santo sevillano.