La ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha abandonado este domingo el homenaje de la Generalitat de Cataluña en Mauthausen (Austria) a los republicanos deportados durante el nazismo, después de que la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Domènech, lo utilizara para recordar a "los presos políticos" en prisión preventiva por la organización del referéndum ilegal en octubre de 2017.
Así lo han confirmado a Europa Press fuentes del Ministerio de Justicia, que han señalado que la decisión de Delgado supone una protesta por el uso por parte del Ejecutivo catalán de este acto para recordar a los políticos encarcelados. La placa de homenaje la colocó hace dos años el entonces consejero de Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, actualmente en prisión.
La ministra ha participado en los actos de recuerdo a las más de 8.000 víctimas españolas del nazismo. Después de abandonar el homenaje organizado por la Generalitat, ha depositado un ramo de flores ante otra placa en recuerdo a los españoles que murieron en el campo de exterminio nazi de Mauthausen.
"EJEMPLO INSUPERABLE DE SACRIFICIO Y LUCHA POR LA LIBERTAD"
"Volvemos para saldar una deuda con nuestra historia y tributar un acto de justicia y reparación a las víctimas", ha dicho la ministra, al tiempo que ha destacado que el Gobierno honra así la memoria de estos españoles "que representan una parte fundamental" de la historia democrática por su "ejemplo insuperable de sacrificio y lucha por la libertad".
En recuerdo de todos ellos, el Ministerio de Justicia, según ha informado en un comunicado, ha publicado este domingo una esquela en su memoria en los principales diarios de tirada nacional.
Durante su intervención en el memorial republicano en Mauthausen, Delgado ha recordado que en este y otros campos dependientes estuvieron recluidos un total de 7.532 compatriotas, de los que murieron 4.816, la mayoría de ellos en Gusen.
"Pero también hubo españoles en los campos de Dachau y Buchenwald, Bergen Belsen, Auschwitz, Flossenbürg, Natzweiler, Neuengamme, Sttuthof, Sachsenhausen, Gross-Rosen, Aurigny, Guernesey, Neu Bremm y Ravensbrück", ha señalado.
Para la ministra, todos los españoles recluidos en estos campos fueron "luchadores de la democracia y la libertad condenados en vida" que tuvieron que exiliarse "por temor a las represalias de Franco" y que constituyen la "evidencia" de que España fue parte de la historia de la II Guerra Mundial y el Holocausto, aunque este hecho "se haya silenciado durante años".