El Teatro Lope de Vega acoge desde mañana y hasta el domingo 19 de mayo la obra ‘Señora de rojo sobre fondo gris’, de Miguel Delibes, interpretada por José Sacristán y producida y dirigida por José Sámano, con la producción de Pentación Espectáculos y Sabre Producciones.
Un pintor, con muchos años en el oficio, lleva tiempo sumido en una crisis creativa. Desde que falleció de forma imprevista su mujer, que era todo para él, prácticamente no ha podido volver a pintar.
La escena se sitúa en el verano y otoño de 1975. La hija mayor de ambos está en la cárcel por sus actividades políticas y es en esas fechas cuando surgen los primeros síntomas de la enfermedad de su madre que la hija vivirá desde dentro de la prisión. Es otro recuerdo permanente en la vida de su padre, que también ahora revive.
Esta obra teatral es el relato de una historia de amor en camino desenfrenado hacia la muerte, que nos sitúa en aquella España con rasgos inequívocos, que nos habla de la felicidad y de su pérdida, y que llega a la intimidad de cada ser humano, y a su emoción, por el camino recto y simple de la verdad.
Un amor que se llena de dramatismo, y quizá de mayor plenitud, cuando aparece, primero sin hacer ruido y después como una brutal ruptura, la enfermedad. Un sobrecogedor retrato de “una señora de rojo”, tan luminosa, “sobre el fondo gris” de todas las circunstancias que rodean su final.
‘Señora de rojo sobre fondo gris”, tanto en declaraciones del propio autor como por parte de la crítica, está reconocida como un medio para contar la historia de su vida junto a su mujer Ángeles de Castro, retratar la personalidad de esta mujer que lo fue todo para él y, sobre todo, describir el proceso de la enfermedad que le condujo a una muerte inesperada a los 48 años de edad. Delibes, un hombre en extremo pudoroso, se escondió detrás de la figura de un pintor -Nicolás- para, cambiando nombres y detalles, oscurecer la auténtica naturaleza del retrato. Pero desde la aparición de la novela, que ahora se presenta por primera vez como versión escénica, siempre se supo que, en lo esencial y en multitud de detalles, se trataba de una novela biográfica.
El libro, que está escrito como un monólogo -y así está adaptado a la escena-, es una pieza fundamental para conocer de cerca el mundo personal y humano del escritor y un reconocimiento, entre la admiración y el dolor, a la mujer que le inclinó hacia la literatura, con la que tuvo siete hijos y fue su inseparable compañera desde que muy jóvenes se conocieron hasta su inesperado y trágico final.
Ángeles de Castro es la ‘Señora de rojo sobre fondo gris’. El pintor Eduardo García Benito la retrató casi a la edad en que murió. Y ese cuadro, donde todavía se la ve joven, quedó como un testimonio de su imagen imperecedera. El escritor tuvo siempre el retrato colgado en su despacho.
La obra también retrata la España del verano y otoño de 1975, el contexto político de aquellos meses en que se aproximaba la muerte de Franco. La hija mayor del matrimonio estaba entonces en la cárcel por sus actividades políticas y desde allí vivió la enfermedad y muerte de su madre. El escritor aprovecha esta circunstancia para dejar constancia, y denuncia, de la situación imperante. El temor a la tortura y a los malos tratos en las comisarías, la pesadumbre de las visitas a la cárcel, la esperanza de que “aquello” se acabara pronto.
De la obra de Miguel Delibes se han llevado al teatro cuatro novelas: “Cinco horas con Mario” (1979), “La hoja roja” (1983), “Las guerras de nuestros antepasados” (1989) y ahora “Señora de rojo sobre fondo gris” (2018). Salvo “La hoja roja”, las demás han sido puestas en marcha por José Sámano, siempre en colaboración con el escritor, y en este último caso, ya fallecido Delibes, con sus hijos.