La rueda de prensa del Govern de este martes celebrada tras la reunión del Consell Executiu se ha saldado con polémica porque la portavoz del Ejecutivo, Meritxell Budó, ha rechazado responder una pregunta en castellano porque antes no se había formulado en catalán.
La consellera ha defendido que "siempre ha sido una norma" que en el turno de preguntas en castellano solo se podían preguntar cuestiones que previamente se hayan hecho en catalán, por lo que ha rechazado tratar en castellano una cuestión sobre el futuro del Ayuntamiento de Barcelona porque no se había abordado antes el mismo tema en el turno de preguntas en catalán.
"Pueden preguntar todo aquello que se ha hablado en catalán", ha resumido Budó para argumentar su rechazo, y ha alegado también que su equipo de colaboradores, cuando accedió al cargo en sustitución de Elsa Artadi, le había transmitido que así era el funcionamiento de las ruedas de prensa.
Varios periodistas le han respondido que el funcionamiento nunca ha sido este, sino que lo habitual es primero hacer una ronda de preguntas en catalán, luego una castellano, y que en la ronda de castellano nunca se vetaban las cuestiones que no se habían tratado en catalán.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
Representantes de Cs, PSC y PP han criticado a través de Twitter la actitud de la portavoz, como el exdiputado del Parlament y actual eurodiputado de Cs, Jordi Cañas, que ha lamentado: "Es un clásico del desprecio".
La diputada del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo ha recordado el artículo 6.2 del Estatut, que establece que tanto el catalán como el castellano son oficiales en Cataluña y que los poderes públicos deben velar por ello y para que no haya "discriminación" por ninguna de las dos.
El diputado del PSC en el Parlament Raúl Moreno también ha cargado contra la portavoz: "Utilizar la lengua como excusa para no contestar algunas preguntas incómodas es representativo del nivelazo de quienes nos gobiernan".