Grupo Santander obtuvo un beneficio atribuido de 3.732 millones de euros durante los primeros nueve meses, tras dotar 2.448 millones, principalmente por el ajuste del fondo de comercio de Reino Unido, anunciado el pasado 24 de septiembre (1.491 millones de euros), así como por una provisión adicional por los seguros de protección de pagos (PPI) en el Reino Unido (103 millones de euros) y otros cargos (40 millones de euros).
Esto, además de los cargos por valor de 814 millones anunciados en el primer semestre, principalmente por costes de reestructuración en España y Reino Unido, condujo a una caída interanual del beneficio atribuido durante los primeros nueve meses del 35%, según ha anunciado este miércoles la entidad.
Excluidos estos cargos, el beneficio fue de 6.180 millones de euros, un 2% más que en el mismo periodo del 2018 (+3% en euros constantes, es decir, excluido el impacto de los tipos de cambio), impulsados por el crecimiento de clientes y de volúmenes de negocio.
En el tercer trimestre estanco, la entidad obtuvo su mayor beneficio ordinario trimestral desde el segundo trimestre de 2010, de 2.135 millones de euros (+7% interanual), y un retorno sobre el capital tangible (RoTE), una métrica clave de rentabilidad, del 12,2%, "uno de los mayores entre sus comparables", según ha resaltado.
"Hemos conseguido el mayor beneficio ordinario desde hace casi una década a pesar de un entorno difícil, manteniendo las buenas tendencias del primer semestre. Y lo hemos logrado gracias a la fortaleza de nuestro modelo y a la nueva organización regional que anunciamos en abril y que pone en valor la pertenencia al Grupo", ha resaltado la presidenta de Grupo Santander, Ana Botín.