Empiezan por “i”: informar e incomodar. Empiezan por “e”: entretenimiento y espectáculo. Las dos primeras forman parte de la esencia del periodismo como profesión. Las dos segundas, de la televisión como medio de comunicación de masas. La fusión de todas ellas han dado forma a una especie de “maridaje” perfecto desde el que se confeccionan buena parte de los programas de mayor audiencia de la actualidad a partir de dos formatos: el programa de información y entretenimiento -que atraviesa las parrillas de las grandes cadenas generalistas de la mañana a la noche- y el programa de tertulia y debate. De todo ello se habló este viernes en las Jornadas Nacionales de Periodismo desarrolladas en San Fernando bajo la organización de Publicaciones del Sur, y en las que se contó con la participación de los periodistas y comunicadores Cristina Pardo, Manu Sánchez, Jesús Cintora, Mabel Mata, Esther Palomera, Isabel Morillo, Javier Aroca y Pablo Simón; todos ellos presentes a diario en sus televisores y figuras de referencia para el telespectador medio.
La conclusión principal es que se puede hablar de información y entretenimiento sin que chirríen ambos conceptos; incluso de información, entretenimiento y espectáculo -imprescindible en el ámbito televisivo-, pero siempre que convivan en el ámbito de la rigurosidad, y pese a una aspiración constante, la de las audiencias, y una amenaza latente, la de los límites sobre el ejercicio de la profesión periodística y la comunicación.
Jesús Cintora, por ejemplo, defendió el filtro de veracidad de los profesionales a la hora de informar en este tipo de espacios. “Tenemos que concebir que informar es contar lo que ocurre, porque es útil, pero también porque es compañía” para quien está al otro lado, “aunque alguien lo vea como algo enrevesado”. Y dentro de ese “alguien” Cintora incluye a los que ejercen su presión sobre los periodistas, ya sea desde el poder político o desde el económico.
Cristina Pardo, que presenta un programa de informacion y entretenimiento en La Sexta cada fin de semana, admite el interés por este tipo de programas como una consecuencia de nuestra propia realidad política: “La información cada vez está más entretenida”, y a ello hay que añadir las dosis de espectáculo con que se presenta en muchos casos, aunque en su “mundo ideal” no concibe un programa en el que “todo se cuente como si nos fuésemos a morir todos al minuto”.
Mabel Mata, periodista y presentadora de informativos en Canal Sur TV, fue quien sacó a colación en primer lugar la expresión “maridaje perfecto” para hablar de la fusión de información y entretenimiento, aunque sólo “si se hace con calidad, con rigor y honestidad, sin convertir el programa en un circo, que es el límite que debemos trazarnos”.
Mata aludió a los límites bien entendidos, pero los hay asimismo que inciden de forma negativa en el ejercicio periodístico, y fue Manu Sánchez quien se encargó de subrayarlo e, incluso, de “dar la voz de alarma”, ante la creciente presión sobre los “límites del humor”. “Han empezado con nosotros -dijo en alusión a los cómicos y humoristas-, y ahora van a por los periodistas. Los de arriba van a acabar poniendo los límites y van a terminar decidiendo”. El presentador sevillano defendió que, en el humor, “todos pueden decir lo que les dé la gana. Después el público se ríe o no. Cada uno tiene su derecho a demostrar que es gilipollas”.
Frente a las presiones, los periodistas participantes en esta primera mesa redonda defendieron a aquellos profesionales que han sabido y han podido defender sus principios, así como a aquellos que a diario hacen público su compromiso ante cuestiones vitales como el machismo, la homofobia o la xenofobia. “Otra cosa es dar tu opinión permanentemente”, apostilló Mabel Mata, a lo que Cristina Pardo añadió que “los periodistas no estamos obligados a pronunciarnos sobre todos los temas”, que es una especie de presión extra con la que hay que convivir a diario.
Las tertulias
Ana Huguet, que moderó la segunda de las mesas, definió a la perfección el éxito de este aún reciente fenómeno televisivo: “Han llevado al plató la pasión de la calle”; e introdujo asimismo dos de los aspectos que inciden sobre el formato: el espectáculo y la pluralidad informativa. Y de todo ello hablaron los invitados, pero también de política, de derechos fundamentales, de vetos, de sectarismo, de presiones, del influjo de las redes sociales, de las virtudes y defectos que sustentan su éxito, e incluso de La clave, el primer programa de debate que se hizo en la televisión pública con la llegada de la transición: “Cómo hemos cambiado desde La clave”, remarcó en un momento la periodista Esther Palomera a la hora de evaluar la evolución de la forma y el fondo de este tipo de programas, y, en su opinión, su excesiva desviación hacia el terreno del espectáculo.
Pablo Simón, que es polítologo, dio su propia explicación científica al auge del formato: las tertulias televisivas -las políticas, fundamentalmente-, son consecuencia de la propia crisis económica: “Cuando las cosas van mal, los ciudadanos miran más a la política”; y en los últimos años, el interés de los españoles por la política se ha disparado de un 20 a un 40%, lo que ha llevado a que las cadenas reconfiguraran sus parrillas y abrieran cada vez más espacios a las tertulias, porque, además, son un formato muy barato en comparación con otro tipo de programas de prime time.
Javier Aroca, otro de los habituales en las tertulias nacionales, quiso matizar esa misma explicación al añadir que ese mayor interés por la política, coincide en el tiempo con el mayor “desprestigio” de la política y la “desafección” de la gente sobre la política, “por lo que ha terminado refugiándose en la televisión para observar la política desde la misma”. Aroca aludió incluso a una consecuencia evidente: “Los políticos se han atertuliado. Se comportan como tertulianos”. De cualquier manera, saca su propia lectura positiva, ya que considera que el hecho de que “la gente se refugie en los debates” ha conseguido que “se masifique la democracia”. Como contrapartida, eso sí, “la política se ha espectacularizado con la televisión”, lo que convierte a muchos de los tertulianos en “caricatos, porque es lo que la gente quiere; incluso que se insulten forma parte del espectáculo”.
La periodista Isabel Morillo introdujo la función del periodista en las tertulias frente al tertuliano profesional: “Yo soy periodista, no suplanto a ningún intelectual. Voy a las tertulias a contar lo que he visto y doy mi opinión si está formada, porque no se puede tener opinión de todo”. También aludió a los vetos, ahora muy de actualidad a través de Vox, aunque Morillo advirtió que “nos damos muchos golpes de pecho con Vox, pero los vetos se han practicado siempre”; algo en lo que incidió la periodista Esther Palomera, que lamentó “los pasos atrás” que se han dado en esta pasada campaña, “y no sólo con Vox. Lo han hecho todos y lo siguen haciendo”.
Para Simón, lo importante es que en las tertulias predomine el equilibrio entre el periodista y el académico, porque de la contribución de ambas posiciones “sale un elemento que enriquece el debate”. Él también empleó el término “maridaje” entre ambas posturas en favor del interés de la tertulia.
Manu Sánchez
“Me gusta el humor como herramienta para resultar incómodo”
Manu Sánchez aseguró que tiene “dos caretas”, la de periodista y la de cómico, y lamenta que cuando realiza crítica con humor haya quien considere que el hecho de provocar la risa le hiciera perder la seriedad de fondo. “Yo creo en hacer reír y pensar. Me gusta el humor como herramienta para resultar incómodo”, dijo, así como reivindicó el papel de los cómicos que usan el humor para analizar la realidad.
Cristina Pardo
“Estamos sometidos al zarandeo de los políticos, pero también del público”
La presentadora de ‘Liarla Pardo’, en La Sexta, admitió que los periodistas que realizan hoy en día programas de televisión de contenido político “estamos sometidos al zarandeo de los políticos, pero también del público”, sobre todo a partir del alto índide de audiencia que han alcanzado muchos de estos programas. “La gente quiere saber lo que pasa a través de sus periodistas de referencia”.
Javier Aroca
“A las tertulias hay que añadir el fenómeno de la interacción con el tertuliano”
Javier Aroca, jurista, filólogo y antropólogo, reclama para sí la condición de “tertuliano”, y alude a un fenómeno sobrevenido a raíz del éxito de las tertulias televisivas, el de la “interacción con el tertuliano”, que se produce a partir de cada programa con su continuidad a través de las redes o en la propia calle, y donde se perciben tanto amores como odios. “La gente, cuando nos ve, se ve reflejada en la televisión”.
Esther Palomera
“En las tertulias televisivas hay pocos periodistas de pico y pala en la calle”
La periodista Esther Palomera defendió que hay que diferenciar entre los opinadores profesionales y los periodistas que manejan información. En este sentido, lamentó que en muchas tertulias televisivas haya “pocos periodistas de pico y pala en la calle”. Del mismo modo, considera que en las tertulias televisivas “se necesita más serenidad, como ocurre en la radio”, y menos espectáculo.
EN SAN FERNANDO
Las Jornadas se celebraron por segundo año consecutivo en el Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León, en San Fernando, coincidiendo con el 209 aniversario de la aprobación en dicha ciudad del decreto de la Libertad de Imprenta. Publicaciones del Sur contó en esta ocasión para el desarrollo del evento con el patrocinio de Unicaja Banco, el Ayuntamiento de San Fernando, la Diputación de Cádiz y El Corte Inglés, así como con la colaboración de las asociaciones de prensa de la provincia, el Colegio de Periodistas de Andalucía, la Universidad de Cádiz y el centro de estudios universitarios San Isidoro. El lleno registrado este viernes puso en evidencia la calidad y el interés de las Jornadas.
El acto inaugural contó con la participación del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, de la presidenta de la Diputación, Irene García, de la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, y del consejero delegado de Publicaciones del Sur, José Antonio Mallou. Asimismo, los periodistas Fernando Pérez Monguió, coordinador de las Jornadas, y Ana Huguet se encargaron de moderar las dos mesas redondas en las que participaron los ocho invitados.
Pepe Oneto
En el inicio de las Jornadas se rindió tributo a la memoria del periodista isleño Pepe Oneto, recientemente fallecido, con la emisión de un vídeo con algunos de sus testimonios y los de amigos y compañeros de profesión.
Apuesta televisiva
Las Jornadas de este año han estado centradas en el mundo de la televisión, entre otras cuestiones porque es una de las grandes apuestas de presente y futuro de Publicaciones del Sur. Como apuntó su consejero delegado, José Antonio Mallou, “queremos que 7 Televisión se convierta en la primera televisión privada de Andalucía, y en la primera privada que contribuya a vertebrar Andalucía”.