El andaluz Juan José Cordero Gallardo, elegido el pasado marzo como el mejor árbitro de fútbol sala del mundo, destaca la dificultad que tiene para compaginar esta labor con su trabajo, al no contemplarse actualmente la profesionalización del arbitraje.
Cordero Gallardo, nacido en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María hace 41 años, valoraría dedicarse exclusivamente al arbitraje si tuviera esa posibilidad, al igual que los colegiados de categorías profesionales en el fútbol.
"Me lo pensaría", indicó en declaraciones a Efe al ser cuestionado por la opción de solicitar una excedencia en su trabajo si se diera el caso, debido a las dificultades que tiene "compaginar" su empleo con el arbitraje.
"Desgraciada o afortunadamente, no lo sé, a día de hoy en España sólo existen profesionales en el fútbol once", señaló sobre la decisión de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de reconocer a partir de la próxima temporada a los árbitros de fútbol con un contrato de trabajo y alta en la Seguridad Social.
Cordero Gallardo, que trabaja en el mantenimiento de instalaciones deportivas, se ve obligado a pedir "muchos favores" a sus compañeros y a su jefe para desplazarse a pitar encuentros internacionales o de la Primera División y la Copa de España.
Además de haber cambiado unos cincuenta días en sus turnos laborales, este deportista necesita cada año parte de sus vacaciones para atender los compromisos como árbitro de élite, algo que requiere "mucho sacrificio" por la necesidad de prepararse al "máximo nivel" físicamente y también en la táctica y el análisis.
Este colegiado de El Puerto de Santa María fue galardonado como el mejor árbitro mundial de fútbol sala de 2019 en los premios Futsalplanet, que otorga esta revista digital especializada tras la votación de entrenadores, jugadores y directivos de todo el mundo.
Tras la elección, recibió una "sorpresa tremenda", debido a que "nunca había pensado" llegar tan alto.
Cordero debutó en Primera División en 2003 en un partido entre el Carnicer Fiat Torrejón y el Lobelle de Santiago. "Me quedo con ese día, no tengo ninguna predilección por otro partido", aseguró a pesar de haber dirigido en los últimos diecisiete años siete finales de Liga y cuatro de Copa.
La última fue a primeros del pasado marzo en Málaga, justo antes de la suspensión de las competiciones por el confinamiento decretado por la crisis sanitaria, con triunfo del Barcelona ante el Valdepeñas por 4-3.
Internacional desde hace seis años, su mejor recuerdo en esta faceta lo tiene de la Eurocopa 2018, cuando dirigió el partido de la primera fase del Grupo A entre Eslovenia e Italia (2-1).
Gallardo Cordero se refirió a la situación de confinamiento que vive en estos días la población y relató que entrena en casa una hora y media diaria.
"Es lo que buenamente podemos hacer", dijo el colegiado gaditano, quien sigue en ente sentido las consignas de los preparadores físicos de la Federación.
El pasado marzo, en los Premios Futsalplanet 2019, fueron galardonados el Barcelona, su entrenador Andreu Plaza, Silvia Aguete, portera del Polo Pescamar, y el Cordero Gallardo en sus respectivas categorías, mientras que el brasileño Ferrao fue elegido mejor jugador del mundo.
En la clasificación de árbitros, tras Cordero Gallardo, estuvieron el croata Nikola Jelic y el italiano Chiara Perona, respectivamente.
