La Asociación de Cocheros de Caballos de Sevilla ha reclamado este martes volver a la actividad lo antes posible y al unísono con los hoteles y alojamientos turísticos, puesto que la vuelta a la actividad será "cuanto antes mejor, pero si no abre un hotel, no va a venir nadie" y nadie usará su servicio.
Así lo ha resumido en declaraciones a Europa Press el presidente de la asociación, Manuel Navarro, quien ha precisado que en la ciudad el Ayuntamiento tienen concedidas 97 licencias, que pueden usar una o varias personas, y de las que viven unas 300 entre trabajadores y sus familias.
Navarro ha relatado que desde que se decretó el estado de alarma el domingo 15 de marzo todos los cocheros se han acogido a las ayudas por cese de actividad como autónomos que son, pero siguen teniendo gastos por los caballos, ya que hay que darles de comer, asearlos y mantener su condición física sacándolos de la cuadra, de lo contrario, los animales se deprimen y su estado anímico influye a su salud física, "como una persona".
El presidente ha precisado que mantener tres caballos cuesta unos 500 euros al mes, entre pienso, alfalfa, paja y limpieza del box donde se alojan. Tres son también el número de animales que de media se tienen por cada coche.
Por todo ello, piden volver a la actividad "cuanto antes", aunque aceptan que el turismo será de los últimos sectores en recuperarse. Respecto a esto, también asumen que primero recibirán clientes nacionales y después los extranjeros.
Así pues, piden al Ayuntamiento que les tengan en cuenta en la comisión especial creada recientemente para la reactivación económica para promocionarles, así como para cualquier paquete de medidas.
Respecto a los cambios que harán para la vuelta a la normalidad, Navarro ha precisado que aún no hay nada fijado con el Consistorio, pero que ellos proponen limpieza a los clientes con desinfectante para manos antes y después de usar el servicio, así como la limpieza íntegra del coche al terminar cada viaje.
También pide tener en cuenta que es un servicio al aire libre, no en un espacio cerrado como los restaurantes y bares; que en cada coche viajen cuatro personas y el cochero y que los clientes son siempre familiares o personas que viajan y conviven juntas, por lo que se entraría dentro de los requisitos planteados, por ejemplo, por el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, para que la hostelería vuelva a la actividad, de un máximo de cuatro comensales por mesa si son familia o viven juntos.