Tras una jornada de descanso, el Cádiz CF vuelve este lunes a los entrenamientos en El Rosal. La plantilla de Álvaro Cervera afronta las últimas sesiones en la ciudad deportiva antes de la vuelta al fútbol para el submarino amarillo, que será el próximo domingo ante el Rayo.
Han pasado más de dos meses desde que el líder de Segunda jugara su último partido de liga en Lugo, y ahora encara la recta final del campeonato con una ventaja de seis puntos sobre el tercer y cuarto clasificado.
Hasta el momento, la única mala noticia en el plano deportivo son los problemas de Garrido en su rodilla, que ya padecía antes del parón. El centrocampista vasco se ha estado entrenando al margen en los últimos días y tiene prácticamente imposible jugar ante el Rayo. Por lo tanto, Edu Ramos, Bodiger e incluso Sergio González, pelearán por un sitio para acompañar a José Mari.
El fútbol volverá el domingo al Ramón de Carranza, pero lo hará sin aficionados en el graderío. Es por ello que Álvaro Cervera tomó la decisión de que sus jugadores se ejercitaran tanto el miércoles como el sábado en el estadio gaditano, haciendo incluso en la última sesión de la semana un simulacro de partido.
El objetivo no es otro que el futbolista se adapte a la nueva realidad del fútbol, aquella en la que no habrá público en las gradas, en el que no podrán abrazarse al celebrar un gol y tampoco darse la mano al inicio del encuentro.
Tras el choque ante el Rayo Vallecano, los amarillos jugarán el próximo jueves día 18 de junio a las 19.30 en Soria ante el CD Numancia.
Tras ese encuentro, quedarán nueve partidos de liga, el primero ante el AD Alcorcón en casa. El Cádiz CF está a once partidos de lograr el ascenso a Primera. Lo tiene en sus manos, pero ahora debe rematar la faena.