Un estudio del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), revela un descenso de la presencia de SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, en las aguas residuales de Málaga.
El ensayo, encargado por la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (EMASA), se inició a mediados del pasado abril y consiste en el análisis de muestras de agua bruta obtenidas una vez a la semana en la entrada de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) Guadalhorce y Peñón del Cuervo.
Según los últimos informes, correspondientes a las muestras tomadas la semana pasada, las pruebas PCR practicadas al agua residual en ambas depuradoras han dado resultado negativo, ha informado este jueves el Ayuntamiento de Málaga en un comunicado.
Esta ausencia de trazas detectables de material genético de coronavirus se ha repetido en los análisis realizados durante la segunda y cuarta semana de mayo.
Asimismo, los resultados de este estudio arrojan hasta la fecha una evolución dispar de la prevalencia del coronavirus en el agua residual en función de la zona de procedencia.
Así, en la EDAR Guadalhorce, que recoge las aguas residuales de las zonas oeste, norte y centro de la capital malagueña, así como de los municipios de Torremolinos y Alhaurín de la Torre, se registró un descenso del 48 por ciento de material genético del SARS-CoV-2 respecto a la semana anterior.
A su vez, los datos que se han obtenido en esta depuradora desde la primera semana de mayo hasta hace siete días se han mantenido por debajo del umbral de detección de las pruebas.
Por su parte, los análisis de las muestras extraídas en la EDAR Peñón del Cuervo indican que se han producido diversas fluctuaciones en la concentración del virus.
En esta depuradora de la zona este de la capital se observó en la última semana de abril un incremento del 66 por ciento en la carga viral respecto a la semana anterior, y también durante la primera semana de mayo se detectó un nuevo aumento de la presencia de coronavirus, que supuso el valor máximo registrado, y que marcó la tendencia a la baja que reflejan los análisis posteriores.
A partir de ahí, solo se han hallado trazas del material genético del virus en dos de las muestras analizadas, mientras que los resultados han sido negativos en el resto de las pruebas, incluidas las de la semana pasada.
El acuerdo entre Emasa y el IATA-CSIC para el desarrollo de este estudio se mantendrá, al menos, durante el período en que se mantengan en vigor las medidas de seguridad y prevención decretadas por las autoridades sanitarias.