Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, en el marco de la operación Juguete-Boxer, han desarticulado en Málaga una organización criminal que enviaba droga de España a Suecia. En la operación, los agentes han detenido a diez personas por su presunta implicación en los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de estupefacientes.
La organización, liderada por un ciudadano sueco, traficaba desde España hasta Suecia ocultando la droga en envíos postales, dobles fondos de camiones, fuentes ornamentales, hornos y cajas de galletas. Así, los agentes se han incautado de 714,5 kilogramos de hachís, 226,4 de marihuana, 0,463 de anfetaminas en polvo, así como más de un centenar de cajas de medicamentos, 13 relojes de gama alta, 14 vehículos --camiones, utilitarios, motos y ciclomotores-- y 136.507 euros en efectivo, entre otros efectos.
El pasado mes de marzo, la Guardia Civil interceptó en Mijas (Málaga) un paquete dirigido a Suecia que contenía cinco kilogramos de marihuana y 300 gramos de hachís. Posteriormente, en el mes de mayo, la Policía Nacional interceptó en Estepona otro envío dirigido a Suecia que contenía cinco kilogramos de marihuana, ambos remitidos por la misma persona, una mujer de nacionalidad holandesa.
Investigadores de ambos cuerpos policiales averiguaron que tras estos envíos se encontraba una organización criminal asentada en la provincia de Málaga integrada por miembros de distintas nacionalidades, principalmente suecos, que residían junto a sus familias en la Costa del Sol y mantenían un alto nivel de vida.
Los agentes lograron averiguar que la mujer holandesa residía en Marbella y que, durante los años 2018 y 2019, había realizado numerosos envíos a destinatarios ubicados en Suecia. Paralelamente, la Policía de Noruega también interceptó un paquete enviado por la mujer investigada desde Mijas hasta Suecia con 4,5 kilogramos de marihuana.
Todos los envíos estaban vinculados con quien resultó ser el líder de la organización, un hombre de nacionalidad sueca, con numerosos antecedentes y detenciones en su país y asentado en una vivienda de lujo de Benahavís (Málaga).
Esta persona, que no desarrollaba ninguna actividad profesional, acudía a varios gimnasios de la zona de San Pedro Alcántara, en Marbella, donde llevaba a cabo reuniones y contactos con otros miembros de la red criminal, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
Su labor consistía en la planificación, organización y supervisión de las acciones delictivas (la mayoría consistentes en introducción de hachís desde Marruecos y la compra en España de marihuana para su posterior distribución a otros países europeos), el reparto de funciones y tareas a realizar por parte de los demás miembros de la organización, el cobro en efectivo de los servicios prestados y el pago a sus subordinados y colaboradores, contacto con proveedores y compradores de los estupefacientes, control de las finanzas de la organización, así como la introducción de los beneficios obtenidos ilícitamente en el curso legal.
DROGA EN UN CAMIÓN PORTAVEHÍCULOS
El líder de la organización tenía contactos con el dueño de una empresa de transporte que contaba con una flota de camiones tipo góndola portavehículos. En mayo del año pasado, la policía aduanera de Alemania se incautó, en un control fronterizo en el puerto de Lubeca, justo en el momento previo a ser embarcado en un ferry con destino a Suecia, de 92 kilogramos de hachís ocultos en un vehículo que portaba como carga uno de estos camiones.
El pasado mes de noviembre, los agentes detectaron varios contactos del principal investigado con un individuo natural de Noruega --residente en Benalmádena-- y otros de nacionalidad letona, interviniéndole a uno de ellos 135.000 euros en efectivo que supuestamente componían el pago de un envío de droga.
Días después los agentes observaron cómo el principal investigado y el individuo al que se le incautó el dinero, se introducían en una nave industrial de San Pedro Alcántara, de donde salió conduciendo un vehículo que fue interceptado en Loja (Granada), donde los agentes localizaron un doble fondo en la zona del reposapiés trasero, con 30 kilogramos de hachís y seis de marihuana ocultos.
En el registro posterior del domicilio de uno de ellos, ubicado en Benalmádena, se halló en su interior una sofisticada instalación para el tratamiento y empaquetado de marihuana, sobres de correos preparados para su envío a Noruega y seis cajas de galletas que contenían envases idénticos a los utilizados por la marca legítima y que contenían 12 gramos de marihuana picada y lista para su consumo.
También se hallaron más de 80 cigarrillos de marihuana envasados al vacío, que el investigado introducía en viales y enviaba por correo a Noruega. Se hallaron varios miles de viales de cristal, de plástico y de caucho y envolturas de papel de fumar con filtro preparadas para rellenarlas de marihuana, además de básculas de precisión.
Según la Policía, en otro de los registros practicados en el domicilio de uno de los investigados, se halló un laboratorio que estaba compuesto por una máquina de bombeo y mezcla de líquidos, una máquina para fabricar comprimidos o pastillas, una máquina de etiquetado, una máquina de envasado al vacío, una máquina selladora, miles de viales, etiquetas, cajas, envases individuales, tapones, así como gran cantidad de sustancias de aumento del rendimiento deportivo como testosterona y esteroides.
Además, los agentes averiguaron que los miembros de la organización poseían avanzados conocimientos en tecnología PGP (utilizada para encriptar información), que les permitía contactar con seguridad con sus compradores a través de Internet.
ESTRUCTURAS PARA CAMUFLAR LA DROGA
La nave industrial de San Pedro de Alcántara era el centro de operaciones de la organización criminal, de la que partían la mayoría de los envíos de droga hacia Suecia.
En esta nave realizaba todo tipo de trabajos de construcción un investigado de nacionalidad estonia y mano derecha del cabecilla en cuanto a la logística y ocultación de la droga, que utilizaba todo tipo de herramienta industrial para construir estructuras de metal, de cemento, madera o plástico, además de encargarse de fabricar dobles fondos en los vehículos.
En enero pasado fue interceptado un envío de 55 kilogramos de marihuana, también con destino a Suecia, ocultos en una fuente decorativa para jardín. Un mes después se logró una nueva incautación de 250 kilogramos de hachís y 150 kilogramos de marihuana ocultos en el interior de palets de la nave de San Pedro de Alcántara, cargados en un camión con destino a Suecia.
Los destinatarios de este envío fueron detenidos por la Policía de Suecia a la llegada de la mercancía. En Guadix (Granada), se logró la aprehensión de 342 kilos de hachís ocultos en estructuras que simulaban ser hornos industriales para cerámica.
Esta organización criminal mantenía contactos con clanes de la cocaína en la selva de Perú que planeaban hacer llegar a la organización varios envíos de cocaína para su posterior distribución, truncándose estos envíos debido al cierre de fronteras por la COVID-19.
En esta operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil se ha contado con la colaboración de las Policías de Suecia, Noruega, Bélgica, Holanda, Alemania, Reino Unido, Polonia, Francia y Portugal, con la coordinación de EUROPOL.