Francisco Aurelio Dávila Rosso
Han criticado algunas voces absurdas a la cantante Rosalía por un video en el que aparece tocando el famoso pito de carnaval de forma incorrecta y yo me pregunto ¿y qué más dará? Hemos visto durante toda la vida a numerosos artistas a nivel nacional e internacional que no han confesado públicamente ser seguidores del Carnaval, siéndolos realmente desde la infancia o la juventud, simplemente por el hecho de no pronunciarse al respecto de la cultura popular, o por considerarlo un género menor o poco relevante.
El hecho de que una artista internacional de nuestro país haga referencia a una de nuestras fiestas y tradiciones más queridas, aunque sea tocando uno de sus instrumentos icónicos de forma errónea debería llenarnos de orgullo. Ya me gustaría a mí ver a esos ineptos que hablan sobre Rosalía y la critican como cantante flamenca, cosechar en sus ámbitos el éxito que ella cosecha en el suyo.
Podría parecer al principio un acto de respuesta o indignación ante un hecho en sí pero realmente, si nos fijamos bien, no se trata sino de una imbecilidad de alguien que ni entiende de flamenco y prestigio y que finalmente, va a resultar que tampoco va a entender ni de su mundo: “el carnaval”. En casos como el de una artista tan grande como lo es la española Rosalía, da igual como toque un instrumento de carnaval, lo importante es que lo mencione o se acuerde de él.
Las palabras de aquellos que solo rebuznan, solo consiguen alejar a los grandes de hablar con libertad y espontaneidad sobre una fiesta que les llama la atención. Tocar un instrumento al revés no debe ser el problema. En Cádiz también hubo en 1992 una agrupación de Carnaval que cantó la letra de un tanguillo al revés y resultó toda una revolución de su género y lo que en el concurso llamamos “un pelotazo”. Más quisieran enganchar algunos al Carnaval como Rosalía engancha a tantos al flamenco.
Podrá hacer un flamenco distinto o no convencional, pero si no fuera por ella, millones de personas no buscarían jamás en internet a otros intérpretes de flamenco ni conocerían letras que para nosotros son consideradas clásicas. Lo que realmente da vergüenza como carnavalero y como gaditano es tener que comprobar como alguno de nuestros “artistas” paisanos prefieren el espectáculo y el protagonismo dentro de show televisivo del corazón y de la prensa rosa antes que silencio y el respeto a la libertad de cada uno.
Soy carnavalero hasta la médula, pero en este caso me parece absurdo y vomitivo todo lo que se ha creado alrededor del hecho sin importancia de que una artista española de tanto talento y fama como Rosalía haya utilizado de forma errónea un instrumento musical típico de la fiesta gaditana por excelencia. No es, ni por asomo, un insulto al carnaval ni una falta de respeto a los que somos amantes de la fiesta.
Creo fielmente que es simplemente una anécdota sin más sobre el simpático error de una gran artista que, desgraciadamente, no creo que mencione mucho más a una fiesta por la que parecía despertar interés, a causa del oportunismo y la falta de miras y de inteligencia de algún carnavalero absurdo que no representa a nadie y a quien, si no fuese por algún artista gaditano intelectual que contó con él, no lo conocerían ni en su casa.