Inglaterra prohibirá las reuniones sociales de más de seis personas, tanto en interiores como en el exterior, a partir del próximo lunes ante el preocupante avance de contagios de la COVID-19 en los últimos días.
El primer ministro británico, Boris Johnson, realizará el anuncio formalmente mañana, miércoles, en una rueda de prensa, aunque los medios de comunicación han adelantado ya que habrá varias exenciones a esta nueva regla, que no se aplicará en escuelas, lugares de trabajo o deportes de equipo.
Quienes violen la norma se exponen a una multa de 100 libras (110 euros), que puede llegar hasta un máximo de 3.200 libras (3.527 euros) así como a ser dispersados por la policía.
La decisión del Gobierno británico para Inglaterra -los ejecutivos regionales de Escocia, Gales e Irlanda del Norte pueden tomar sus propias medidas- llega al final de un día en el que los expertos que lo asesoran han alertado sobre el progresivo empeoramiento de la situación.
Desde el pasado domingo, la cifra de contagios diaria ha aumentado hasta rondar los 3.000 -el dato de hoy bajó a los 2.420-, lo que se debe a juicio de las autoridades a la "relajación" en las medidas de protección de la población, especialmente los jóvenes.
La medida reducirá el actual límite de reuniones de 30 personas hasta seis, tanto al aire libre como en el interior de hogares, restaurantes o bares.
Quedarán exentos, además de los mencionados colegios o lugares de trabajo, las bodas y las funerales, siempre que estén organizadas de forma segura, aunque la lista completa de excepciones se conocerá próximamente.
Según Downing Street, Johnson dirá este miércoles que se están "simplificando y reforzando las reglas sobre contacto social, haciéndolas más fáciles de entender y de aplicar para la policía".
"Es crítico que la gente cumpla ahora las reglas y recuerdo lo básico: lavar las manos, cubrir la cara, dejar espacio con los demás, y hacerse un test en caso de síntomas", dirá Johnson, según lo adelantado por su oficina".