El Juzgado de Primera Instancia 17 de Granada ha ordenado la devolución de más de 8.000 euros a una mujer que contrató una tarjeta "revolving" o de pago aplazado, tras reconocer que los intereses aplicados fueron "usurarios", ha informado en un comunicado la plataforma "Reclama por mí".
Una vecina de Granada contrató en 2008 una tarjeta de este tipo con Wizink Bank, después de que un comercial se la ofreciera, sin apenas papeleo y de forma muy sencilla, y donde todo "parecían ventajas".
Según la plataforma que la ha representado, los intereses aplicados hicieron que, por mucho pagara sus cuotas, la deuda no disminuyese.
"Me puse en contacto con ellos para cancelar el crédito, pagar lo que restaba y así finalizar la relación contractual y se negaron. Me reclamaban aún más dinero que no era sino el resultado de los intereses que habían ido aplicándome", ha explicado.
Unos intereses del 24,6 % TAE que, como ha reconocido el Juzgado de Primera Instancia 17 de Granada, resulta "usurarios".
El Juzgado señala que el tipo aplicado a la tarjeta de crédito excede notablemente del interés normal del dinero, por lo que debe ser calificado como "usurario".
Por ello, declara la nulidad del contrato suscrito entre las partes el 12 de noviembre de 2008 de tarjeta de crédito y la obligación de la demandante de reintegrar únicamente el capital prestado pendiente.
Condenan a la demandada a devolver todas las cantidades abonadas durante la vida del crédito que excedan de la cantidad dispuesta, lo que obliga a Wizink Bank a devolver a la cantidad de 8.100 euros, ha indicado.
Javier Mayono, responsable del despacho de "Reclama por mí", ha señalado que la mayoría de las personas desconoce que está pagando estos intereses desorbitados y se da cuenta tiempo después.
"Al aplazar los pagos en cómodas cuotas están pagando dos o tres veces el préstamo principal y, para cuando toman cartas en el asunto, se dan cuenta de que no solo han pagado mucho más de lo prestado sino que aún les queda mucho dinero pendiente de devolver", ha añadido.