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La pandemia se encierra en las penitenciarías de El Puerto de Santa María

Oficialmente hay 8 positivos y 156 presos aislados en Puerto II , dos casos en Puerto III y ninguno en Puerto I

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  • Entrada a los centros penitenciarios de Puerto I y Puerto II en El Puerto de Santa María. -
  • Además de más funcionarios y personal sanitario, faltan mascarillas y más pruebas PCR, al tiempo que piden que se suspendan los vis a vis
  • La Asociación Tu Abandono Me Puede Matar lamenta que no se hayan suspendido de nuevo los vis a vis

La pandemia de coronavirus ha convertido las cárceles en un “polvorín”. Los funcionarios de prisiones están desbordados y los presos “tensos y nerviosos”.  “Estamos muy bajos de ánimos, preocupados y llevamos mucho tiempo así”. Quien habla es Javier Arroyo, portavoz de la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar (Tampm), un colectivo de carácter asindical y apolítico que lucha por los derechos de más de 23.000 trabajadores de los centros penitenciarios españoles, entre ellos los tres centros ubicados en El Puerto de Santa María.

La Secretaría General Instituciones Penitenciarias sigue sin suspender las comunicaciones vis a vis y a sus funcionarios con sobrecarga de trabajo, sin Epis, sin mascarillas ffp2. Abandonados por la Administración sin realizar PCRs a sus trabajadores, a los que únicamente ponen en cuarentena como me

La situación de la pandemia de coronavirus ha empeorado y mucho la situación tanto de los funcionarios de prisiones como la de los propios reclusos. “La gente está muy nerviosa, también los presos, la situación en Puerto I, Puerto II y Puerto III es un polvorín”, explica Arroyo que recuerda que, a pesar de pasar la primera oleada de la pandemia sin apenas casos, hubo dos intentos de fuga y varias protestas. Ahora, con varios casos ya confirmados, “estamos cerca del caos”.

Falta personal, faltan médicos, faltan ATS, falta material sanitario, faltan mascarillas y “a no ser que presenten síntomas muy claros” apenas se realizan PCR ni a los funcionarios, ni a los reclusos.

LOS CASOS DE CORONAVIRUS, EN AUMENTO

Confirmados, a día de hoy, sin tener en cuenta a los asintomáticos, hay dos reclusos positivos en Puerto III, mientras que en Puerto II contabilizan siete internos positivos de coronavirus y un monitor de taller. Por suerte, en Puerto II,  al comienzo de la pandemia se creó un nuevo módulo, el quinto,  que era el de Respeto y como estaba cerrado se equipó en previsión de lo que pudiera ocurrir. Ahora se ha abierto y en él ya hay confinados 50 internos que han estado en contacto con los positivos.

“Llevamos mucho tiempo con la moral muy baja”, explica Javier Arroyo quien recuerda que durante la primera ola “los funcionarios nos portamos muy bien. Íbamos a trabajar y luego nos quedábamos confinados en casa, con el móvil activo 24 horas para incorporarnos a la mayor brevedad si surgía algún problema”, pero ahora, en esta segunda ola, “por negligencia de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, tenemos el virus dentro”.

Y habla de negligencia porque, por ejemplo, tras el brote con 50 casos coronavirus que obligó a cerrar la penitenciaría de Soto del Real, en Madrid, a Puerto III se trasladaron diez presos, de los que uno de ellos ha dado positivo. “No teníamos ningún caso y lo que hacen es traérnoslo, con el riesgo que conlleva”. El otro positivo contabilizado es de un interno que regresó de un permiso.

Y habla de negligencia porque desde su asociación se insistió en la necesidad de mantener suspendidos los vis a vis íntimo y los locutorios sin mamparas, ni mascarillas, tal y como ocurrió durante los primeros meses de la pandemia. “Pero volvieron y eso conlleva un riesgo enorme”, más si apenas se realizan PCR, como ya hemos mencionado.

PRIMER CASO, EN LA PANADERÍA

En Puerto II el primer caso surgió en la panadería donde trabaja un interno y en el que el monitor también dio positivo. A partir de ahí, ya son siete los presos que han dado positivo y 50 los que están aislados. Oficialmente porque por en el día de ayer se confinó al módulo 1 al completo y sus internos, unos cien, están a la espera de que se les realice este viernes pruebas PCR. También se ha aislado al módulo 7, aunque en este solo conviven nueve presos.

En cuanto a los trabajadores hay cuatro puestos en cuarentena y otros 2 de baja con patologías previas incluidos en los grupos de riesgo.

También es “indignante”, según Arroyo, que las mascarillas que se les da a los funcionarios sean las quirúrgicas, que deben usarse solo cuatro horas, pero “que nosotros usamos durante dos turnos de dos días”. Las FP2 si “queremos llevarlas, nos las traemos de casa”. Y los presos, “pues usan de tela, o las quirúrgicas… un descontrol”. Recuerda Javier Arroyo una anécdota ocurrida en la primera ola y que pone los vellos de punta y es que “en esos primeros meses no nos dejaban ponernos mascarillas para no asustar a los presos”.

RECLUSOS Y FAMILIARES SUMIDOS EN UNA PESADILLA

Lo expresado por el funcionario de prisiones lo refrenda también la pareja de un recluso encarcelado en Puerto II, concretamente en el módulo 1, desde ayer aislado. Esta mujer, madre de dos hijos, prefiere mantener el anonimato. Su pareja está encarcelada en preventivo en espera de juicio, “y estamos convencidos de que saldrá absuelto”. Nos explica que está “viviendo un auténtico calvario. No tiene acceso a gel hidroalcohólico porque se ha prohibido debido a su contenido en alcohol”, punto que nos confirma el propio Javier Arroyo. “Se prohibió desde que en la prisión barcelonesa de Brians pillaron a dos reclusas emborrachándose con el hidrogel mezclado con refresco de cola”.

Para acceder a las mascarillas tenían “que rellenar una instancia, que pasa por la autorización de un médico, y tardaban unos quince días en llegarles. Solo tienen una quirúrgica para todo el mes”, explica esta mujer que habla de “diez positivos en Puerto II, con 50 presos aislados en el módulo 5”. Dicho módulo nace de una iniciativa del director de la prisión y es tachada como positiva por la asociación Tampm.

Un apunte. La asociación Tampm quiere alabar la labor del director de Puerto II, “que siempre ha estado en primera línea”, el problema llega “con las directrices y la gestión sanitaria realizada desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias”.

Volvemos a la mujer del recluso que denuncia que “a los presos positivos la comida se la llevan en bandejas otros presos porque los funcionarios no quieren”. Según le cuenta su pareja “no hay servicio de lavandería y ahora se está estudiando mantener a todos los presos aislados en sus ‘chabolos’, que es como llaman a las celdas, para que solo tengan contacto con su compañero y así evitar la propagación”. Algo que es cierto, como lo es que es también una iniciativa de la propia dirección de la prisión aunque debe aprobarse a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Según nos cuenta esta mujer, “apenas se realizan PCR y de los últimos diez que se hicieron, todos han dado positivo”, extremo que no está confirmado oficialmente. En el caso de su pareja, “vive agobiado, porque encima no le dan autorización para esperar el juicio en casa porque dicen que existe riesgo de fuga, algo que no es cierto en este caso. Él no está condenado, no tiene que cumplir ninguna pena, y sin embargo está encerrado viendo como aumentan los casos de coronavirus en la prisión y como las medidas de seguridad y las preventivas son totalmente ineficaces en su mayoría”.

Recuerda, indignada, que “hasta ahora apenas se han realizado PCR, por lo que no se sabe cuántos positivos confirmados hay, pero lo peor es que muchas personas están en riesgo de enfermar sin ser juzgados, personas que están en preventivo y no hay tenido un juicio donde sean culpables”.

“Los familiares estamos atados de pies y manos esperando las horas y los días esperando una llamada que nos confirme que están fuera de aislamiento, o que han entrado en aislamiento o incluso peor, que han dado positivo por coronavirus. Es una pesadilla”, concluye.

LLAMADAS POR TURNOS

En los módulos que están aislados, los reclusos pueden realizar una llamada de tres minutos, pueden bajar al patio, ir a comprar al economato y acudir al patio para ducharse, “la única diferencia con lo que ocurría antes es que ahora lo hacen por turnos”, señalan fuentes de la penitenciaría.

Esta fuente añade que la comida “la reparten los internos, sí, pero bajo la supervisión de un funcionario” y por otro lado, “en el economato de Puerto II se venden tres mascarillas quirúrgicas por 45 céntimos de euros”.

PUERTO I Y PUERTO III

Por otro lado, Javier Arroyo, portavoz de la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar, señala que en Puerto III “hay dos tipos de aislados, los que dan positivo, confinados completamente  y a los que se les da cubiertos desechables y no salen de su celda para nada”, y “los que vuelven de permiso a los que se les aísla en su celda durante diez días y bajan al patio cuando no hay nadie”.

En Puerto I, por ahora, no hay positivos “ya que por el régimen de vida no salen de permiso y se comunican muy pocos al ser presos de otras provincias o países”, indica Arroyo.

Por último, desde Tampm insisten en denunciar que “la Secretaría General Instituciones Penitenciarias sigue sin suspender las comunicaciones vis a vis y a sus funcionarios con sobrecarga de trabajo, sin Epis, sin mascarillas ffp2. Abandonados por la Administración sin realizar PCRs a sus trabajadores, a los que únicamente ponen en cuarentena como medida, haciendo casi imposible cortar la cadena de contagio pues muchos son asintomáticos” y “todo ello sin contar que no hay personal suficiente, sin los medios adecuados y los servicios médicos desbordados y saturados”.

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