La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada enjuicia desde este lunes por la fórmula del jurado popular a un hombre de 74 años al que la Fiscalía pide 25 años por el supuesto asesinato de su mujer, de 56, el 4 de febrero de 2018, cuando supuestamente la habría matado en Guadix asfixiándola con dos bolsas de plástico tras golpearla en múltiples ocasiones con un martillo de hierro tipo machota.
Posteriormente, habría trasladado su cadáver en una carretilla para enterrarlo en un paraje cercano, según el escrito de acusación provisional del ministerio público, al que ha tenido acceso Europa Press. La constitución del jurado popular y el inicio de la vista oral tendrá lugar este lunes en el edificio judicial de Caleta.
El 4 de febrero de 2018, el matrimonio visitó a la madre de ella y, entre las 1,30 y las 3,00 horas, de vuelta al domicilio que compartía la pareja en Guadix, el acusado, en prisión provisional por estos hechos desde un día después, inició una discusión con la víctima.
Creía que ella "pudiera estar manteniendo una relación con otro hombre al encontrar en su móvil fotos", lo cual, según especifica la Fiscalía, no se ha podido acreditar, dado que el procesado rompió y ocultó posteriormente el teléfono.
"Con total desprecio a su condición de mujer y el decidido y firme propósito de acabar con su vida, la golpeó de forma súbita e inesperada en la sien, haciéndola caer al suelo", y, según ha agregado el ministerio público, "dejándola inerte y sin posibilidad de defensa alguna".
Después, siempre según los datos que constan en el escrito de acusación del fiscal, la habría golpeado en la cabeza en múltiples ocasiones con un martillo de hierro de 13 centímetros tipo machota o maceta, con un mango de madera de 25 centímetros de longitud. Le produjo hasta 14 heridas de diversa consideración en la cabeza, detalla el informe de autopsia del médico forense.
"Con el propósito de asegurar su muerte, rodeó su cabeza con dos bolsas de plástico, una de las cuales ató con un nudo en la zona cervical, causándole la muerte", ha añadido la Fiscalía, que especifica que el procesado estaba en plenas facultades psíquicas aquella madrugada.
Entonces, el acusado supuestamente llevó el cuerpo "con total desprecio por su esposa" en un carrillo de mano hasta un paraje a un kilómetro aproximado de distancia conocido como El Diente y la Muela, en término municipal accitano, donde enterró el cadáver, con pico, pala y rastrillo.
Habría escondido estos artilugios en una zona de zarzas, mientras que la carretilla la habría arrojado en una balsa de riego. Tras regresar a casa y limpiar el salón, "lavando la colcha del sofá y el martillo-machota que utilizó", se dirigió en la mañana al cuartel de la Guardia Civil a denunciar la desaparición de su mujer.
Según trascendió en su día, ante las incoherencias de su relato, los agentes de la Guardia Civil decidieron acompañarlo a su domicilio, donde el hombre les habría confesado haber matado a su mujer, tras lo que los habría acompañado al lugar en que se encontraba oculto el cadáver.
El fiscal interesa por la presunta comisión del delito de asesinato, con agravantes de parentesco y de género, además de los 25 años de cárcel, una orden de alejamiento a al menos 500 metros por diez años de los cuatro hijos de la víctima, fruto de una relación anterior.