Tras un fin de semana negro es difícil pensar que algo pueda ir a peor. Este miércoles el ritmo de contagios afloja en Alcalá la Real, y se han comunicado 16 nuevos casos, pero esto no impide que la tasa de incidencia vuelva a elevarse y toque ya un techo de 1.027, cinco más que ayer. Solo el sostenido incremento del número de personas curadas es un canto a la esperanza: ya son casi doscientos (195), los que superaron “oficialmente” la enfermedad en el municipio.
Esta desaceleración sobre el vertiginoso ritmo de los últimos días se nota también en los casos contabilizados en las últimas dos semanas, que son prácticamente los mismos que ayer; 222 frente a 221, así como los de los últimos siete días, que incluso menguan algo: se retrocede de 110 a 108. Mejoras, en cualquier caso, muy ligeras, que apenas impiden apartar la vista de una situación en la que el adjetivo alarmante se queda ya corto. Alcalá sigue ostentando la triste condición de ser la localidad de más de 20.000 habitantes con mayor incidencia de la epidemia en la provincia.
La comarca, por el contrario, sigue mejorando. Desde sus elevadísimas cotas de días pasados, Frailes baja a una tasa de 1.079 y ya ni siquiera se encuentra entre las 20 localidades con peores registros de Jaén, aunque este sea un consuelo bastante pírrico en las circunstancias que nos rodean. Lo verdaderamente importante es que no suma ningún nuevo caso y ya suma 50 personas curadas. En Castillo de Locubín también sigue bajando ligeramente la tasa (887). Solo hay un nuevo caso pero hay que lamentar un nuevo fallecimiento, el tercero desde que se inició la epidemia. Once casos suma Alcaudete, que ve incrementada ligeramente su tasa, hasta 543, aún muy por debajo de la media provincial y del propio distrito sanitario.