Munar compareció durante unas dos horas en la Audiencia de Palma ante el juez instructor del caso Can Domenge, Francisco Javier Muñoz, y fue recibida en el juzgado por medio centenar de personas que le han abucheado a gritos de “no más corrupción, Munar dimisión”, “chorizos” y “a prisión”.
Entre los detractores, que también portaban pancartas con la cara de la presidenta del Parlament y la palabra “dimisión”, se han congregado Jóvenes de Esquerra Unida y miembros del Círculo Balear.
Frente a estos, unas veinte personas, la mayoría miembros de la cúpula de UM, le aplaudieron y esperaron hasta que, a las 13.10 horas, la presidenta del Parlament ha salido de la Audiencia, cuando le han vuelto a aplaudir.
Munar llegó a las dependencias judiciales en coche oficial y bajo fuertes medidas de seguridad y, al salir del vehículo, ha sonreído a los congregados, a quienes lanzó un beso.
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Baleares investiga en calidad de aforada a la segunda autoridad de Baleares –tras el presidente balear, Francesc Antich (PSOE)– por la venta durante la legislatura pasada, cuando era presidenta del Consell de Mallorca, del terreno palmesano edificable de Can Domenge, que se vendió por la mitad de lo ofertado por el Grupo Núñez y Navarro (30 frente a 60 millones), impulsor de la querella.
Después de comparecer ante el juez, Munar se quedó una hora más en las dependencias judiciales comentando la declaración con su abogado, Gabriel Garcías.
En la Cámara autonómica afirmó que, aunque el caso de presunta corrupción en el que está imputada “se solucione”, los políticos ya tienen “la pena del telediario”.