El Alto Tribunal absuelve a Ana María Cano, madre de la niña, del delito de lesiones por el que fue condenada por la Audiencia Provincial de Barcelona a cinco años de cárcel y mantiene las penas de seis meses de cárcel por un delito contra la integridad moral, doce años por lesiones y tres años como cómplice de un delito de malos tratos habituales.
Según explica la sentencia, Ana María y su pareja, Francisco Javier Pérez, comenzaron a convivir en diciembre de 2005 en un domicilio de la localidad de Montcada i Reixach (Barcelona) junto con la hija de la acusada Alba, quien tenía cuatro años.
El 18 de diciembre de 2005, la menor fue ingresada en el Hospital Materno Infantil Vall d’Hebrón de Barcelona, donde le diagnosticaron, entre otras lesiones, fractura de húmero derecho y fue intervenida quirúrgicamente.
La Audiencia de Barcelona imputó a Francisco Javier la paliza que le rompió a Alba un brazo y los maltratos a que la sometió mientras la pequeña vivió con él, atándola a la silla para comer y obligándola tragarse sus vómitos, así como dándole de beber con una jeringuilla con la boca precintada.
Respecto a otra paliza, la Audiencia estimó probado que el procesado se quedó a solas con la niña en su piso, después de que ella no quisiera ir a la feria, y la “zarandeó brutalmente y con tal violencia” que le provocó un hematoma subdural en el cerebro.