Así, a primeras horas de la mañana los trabajadores de Astilleros de Sevilla ocupaban el barco Viking Line, que se construye en el Puerto de esta ciudad, para exigir a la dirección de la empresa que firme la "hoja de ruta" propuesta por la Junta para garantizar la viabilidad de las plantas sevillana y onubense.
Según explicó el portavoz de los trabajadores, Vicente Sanchís, la propuesta de la Junta permitiría "mantener la planta abierta y con carga de trabajo" en una empresa que cuenta con 450 empleados -entre plantilla y trabajadores auxiliares- y en un momento en el que "las pérdidas de la empresa superan los 65 millones de euros".
A ello, el portavoz sumó las pérdidas que el comité de empresa cifra en torno a 300.000 euros por cada día de inactividad en la planta sevillana y la posibilidad de que no se garantice el cobro de las nóminas de los trabajadores el próximo mes.
"El dilatar por parte de los actuales propietarios esta situación es abocarnos al cierre y a la destrucción de empleo", añadió Sanchís.
Mientras, en Huelva, unos 200 trabajadores se concentraban a las puertas de la factoría naval onubense para reclamar un acuerdo entre empresa y Junta “que les garantice el empleo", una concentración con la que también pretendían, según el presidente del comité de empresa, Isidro García, presionar a la dirección para que proceda al pago de las nóminas del mes de octubre, que "se están retrasando".
Aunque estos días atrás desde los sindicatos mayoritarios se ha expresado públicamente la necesidad de que la actual dirección deje la empresa y la aceptación de la hoja de ruta diseñada por la Junta de Andalucía, los trabajadores no están "a favor ni de la empresa ni de la administración lo único que queremos es que se llegue a un acuerdo para nuestro futuro", puntualizaba.
Por su parte, el consejero de Empleo, Antonio Fernández, criticaba ayer la falta de colaboración de la dirección de astilleros, una actitud que consideró "ni tiene sentido ni responde" a los intereses generales.
También quiso explicar, ante algunas propuestas que han salido a la luz, que los activos de Astilleros de Sevilla "no generarían" ingresos suficientes para liquidar la deuda de los onubenses, que asciende a más de 200 millones de euros.
De igual forma, quiso precisar que la situación de ambas plantas es diferente, puesto que la de Sevilla procede de una subasta pública de la que se generó una serie de garantías laborales para la plantilla, en el caso de Huelva siempre ha sido una empresa privada y no posee las mismas condiciones para los trabajadores.
Insistió en que el mercado potencial que se plantea para los Astilleros de Huelva es el de la reparación de buques, una actividad "más constante y casi con más margen que la de construcción de buques".
Mientras, los propietarios expresaron ayer a los comités de empresa de ambas plantas que su pretensión es contactar con la Junta para retomar las negociaciones y con el objetivo de hacer algún nuevo planteamiento al Gobierno andaluz, con la idea de dar salir a la situación de las factorías de ambas ciudades.
