La vista concluyó pasadas las 13.30 horas después de declarar varios guardias civiles, facultativos del Instituto Nacional de Toxicología y los dos médicos forenses que realizaron la autopsia, quienes aseguraron que Miguel Grima murió de forma inmediata debido a las heridas cardíacas provocadas por un único disparo efectuado a una distancia de unos siete metros, aunque el cuerpo también presentaba lesiones en pulmones, hígado, bazo y estómago.
Asimismo, hicieron hincapié en que las cataratas que sufre Mainar, único acusado del crimen, no le impedirían haber reconocido al edil y su coche, y tampoco efectuar el disparo que acabaría con la vida de Grima.
En la jornada de ayer también declararon los agentes de la Guardia Civil que hicieron el estudio de ADN de los restos orgánicos encontrados en el turismo del alcalde de Fago, y aseguraron que es 8.000 billones de veces más probable que las muestras pertenezcan a Santiago Mainar que a otra persona.
De la sangre y los restos orgánicos encontrados en la parte superior del volante, en la palanca de cambios y en el freno de mano del coche de Grima se obtuvo un “perfil limpio” que se correspondía con el de Mainar, por lo que sin duda esta persona entró en el vehículo.
Por otra parte, en la jornada de ayer quedó de manifiesto que en la mano izquierda de Santiago Mainar se encontraron restos de unas partículas llamadas “específicas”, compuestas por plomo, bario y antimonio, y los peritos explicaron que son residuos cuya principal fuente es el disparo o la detonación de un arma.
El juicio continuará hoy en la Audiencia de Huesca con la declaración de 18 agentes de la Guardia Civil y cinco testigos.