Ya lo decía mi abuela: “Todo lo malo se pega”. De la imitación a la réplica, pasando por la imprudencia y la estupidez. Los contagios siguen desatados, disparados. De las nuevas variantes del coronavirus de Sudáfrica y Brasil hay una mutación, la llamada E484, que ha suscitado la alarma entre los investigadores por transmisibilidad y resistencia. La cepa británica duplica sus casos cada semana en Madrid y en febrero (el lunes que viene es febrero) podría ser la más frecuente. Si algo malo puede pasar, pasará. O cuando las cosas crees que no pueden ir a peor, la realidad se empeña en contradecirte. No olvidemos que las leyes de Murphy, potencialmente, tienen la misma base científica que un aserto sacado de contexto de Fernando Simón. La incidencia en España de la cepa británica pudo ser marginal el día 11, hoy ya no. Dices tú de certezas. O de ligerezas. Jesús Aguirre, el consejero andaluz de Salud, verbigracia, genio y figura, llama “culillo” al 20 por ciento de las vacunas de Pfizer que se desperdiciaron al no disponer la región de las jeringuillas adecuadas. Cargos públicos se saltaron, con descaro, la cola de las vacunas. Ante la revelación del hecho, unos dimitieron y otros se aferraron al cargo bajo la coartada moral de que están en primera línea de batalla. A ostias (metafóricas) los sacaba yo del frente. ¿Que de Jaén, al respecto, no se ha escrito nada? ¿Que en esta provincia nadie se cuela? ¿Que si el consejero, siendo médico, no lo hizo, a la delegada, que es enfermera, ni se le pasó por la cabeza? ¿Que no es porque haya más miedo que vergüenza? ¿Que la querencia histórica de un sector preeminente de la casta dominante es no guardar colas ni esperar turnos ni entrar por la misma puerta que el común de los mortales?
El último brote de poliovirus en España atacó a una generación de niños nacidos entre 1950 y 1964. La vacunación masiva y gratis llegó a nuestro país en 1964. De 1955 a 1958 el régimen franquista vacunó, sin publicidad, privada y selectivamente, a 200.000 niños de familias del establishment de entonces. “Los niños pobres, a cuyas pobres familias, sin apenas instrucción, nadie les dijo jamás que hacía años que ya se conocía y se inoculaba con éxito en muchos países una eficaz vacuna contra aquella enfermedad que había dejado a sus hijos baldados para siempre”. Un periodista, querido y recordado, aquí, Antonio Avendaño, una de aquellas inocentes víctimas de la polio de 1959, lo contaba con esa crudeza. Mi hermana Fita, nacida en 1962, privada de la vacuna como él, forma parte de esa legión generacional de damnificados de la poliomielitis. A mí, en cambio, un tipo con suerte, nacido sólo unos años después, me salvó la universalización de la vacuna oral de Albert Bruce Sabin.
Tras la confirmación del cierre inminente de El Corte Inglés de Linares, emulando (todo lo malo se pega, abuela) el anuncio realizado poco antes por Zara, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en la actualidad en la cresta de la ola demoscópica, subvirtiendo la tendencia electoral que lo condenaba hace dos años a durar menos de líder del PP-A que una industria cazasubvenciones en el Parque Empresarial Santana, se plantó en pleno velatorio enarbolando el supuesto antídoto del ‘Plan de Reacción Inmediata’ al tiempo que arreciaban la lluvia y las protestas en la plaza del Ayuntamiento. “Ladran, luego cabalgamos”, se atrevió a terciar torpemente en su defensa la correligionaria Ángeles Isac, integrante del gobierno municipal tripartito que los populares sostienen con Cs y CILU. La cesión de los activos de la Junta en los fantasmagóricos terrenos del Detroit linarense, vieja reclamación del temperamental ex alcalde Juan Fernández, constituye en el momento presente un gesto meramente propagandístico, sin mayor recorrido que el de un compromiso jurídico carente de plazos y que se complementa con una partida de apenas 6 millones de euros para el pretencioso y rimbombante fin de “la revitalización de la zona industrial”. Tócala otra vez, Sam.
Sábado, sabadete. Comité Federal del PSOE. El 40º Congreso Federal, del 15 al 17 de octubre, y antes de 2022, los regionales. Sólo un andaluz, el alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, abogó por la renovación en el PSOE-A para aspirar a ganar las próximas elecciones autonómicas. La semana anterior, en San Vicente, cuentan, tres secretarios provinciales se habrían posicionado por el cambio, los de Huelva, Jaén y Granada, mientras sus homólogos de Sevilla, Córdoba, Málaga y Cádiz defendieron que Susana Díaz volviese a optar, y Almería se limitara a ver, oír y callar. Susana sabe, ya se lo dijo a Ábalos, que su fuerza está en la dificultad de los críticos para ponerle hoy mismo nombre a la alternativa. Fernández Vara sí logró resucitar y no es ejemplo a considerar el paso atrás de Iceta. Todo lo malo se pega.