El Tribunal de lo Criminal de París consideró también culpables a otros seis etarras, entre los que destacan el que fuera jefe de los comandos de la banda, Gorka Palacios Alday, sentenciado a 18 años, y el responsable de la logística del aparato militar, Juan Luis Rubenach Roiz, al que le cayeron 15 años.
Estos tres antiguos dirigentes de ETA, junto a los otros cuatro activistas –José Miguel Almandoz Erviti (12 años de cárcel), Íñigo Vallejo Franco (12 años), Patxi Abad Urkixo (10) y Garazi Aldana (5)– habían sido arrestados en dos operaciones encadenadas que tuvieron lugar en el suroeste de Francia (en Mont de Marsan y en las afueras de Pau) en diciembre de 2003.
Todos ellos deberán cumplir de forma efectiva dos tercios de sus penas respectivas, y cuando las terminen se dictará contra ellos la expulsión definitiva de Francia, salvo Aldana, que se encontraba por ahora en libertad bajo control judicial, y que en principio no deberá volver a prisión, donde ya pasó un año.
Para Súsper, el tribunal decidió aplicar la llamada “confusión” de penas entre la de ayer y otra de 2008 que se le había impuesto también por su papel al frente del aparato militar pero en un periodo anterior al ahora considerado, que va desde que logró escapar de la comisaría de Bayona en diciembre de 2002, hasta su segunda detención en diciembre de 2003.