Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) se reunirán este lunes en Bruselas para discutir sobre el estado de las relaciones con Rusia y con Turquía, en un encuentro donde aprobarán también sanciones contra Birmania, China y otros cinco países en base al nuevo régimen para castigar violaciones contra los derechos humanos.
La reunión servirá para preparar la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno celebrarán el jueves y el viernes de esta próxima semana, en la que, además de la pandemia, la relación con Moscú y Ankara centrará parte de las discusiones.
RUSIA
El debate sobre la dirección que debe tomar la relación con Moscú parte de la constatación en Bruselas de que existe "un deterioro y una hostilidad" de Rusia hacia la UE frente a la que "hay que reaccionar", dijeron fuentes diplomáticas.
La tensión entre Bruselas y Moscú ha aumentado desde la visita en febrero a Rusia del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, en la que el dirigente español pidió la liberación del opositor Alexéi Navalni y de los miles de manifestantes que protestaron contra su encarcelamiento.
Tras esa visita, la UE estrenó su nuevo régimen de sanciones por violaciones a los derechos humanos contra cuatro funcionarios rusos vinculados a la condena de Navalni.
Entre los Veintisiete, son los países del Este los que mantienen una postura más firme frente al Kremlin, pero otros como España o Alemania apuestan por mantener los puentes con un socio estratégico para la UE por la dependencia energética, el cambio climático o el acuerdo nuclear con Irán.
"Hay que encontrar un balance. Mostrar que no aceptamos las cosas que hacen, pero preservar las relaciones diplomáticas", continuan las citadas fuentes.
TURQUÍA
Respecto a Turquía, la UE quiere "ver si se consolidan las actitudes positivas" de Ankara hacia Bruselas, tras un año pasado "muy difícil", explicaron otras fuentes diplomáticas.
La tensión entre ambos aumentó el año pasado a raíz de las prospecciones de hidrocarburos que Turquía realizó en aguas cercanas a Grecia y Chipre que los tres países se disputan.
Pero desde principios de 2021 el enfrentamiento ha disminuido, desde que Ankara y Atenas han iniciado conversaciones para tratar de encontrar una solución a las Zonas Económicas Exclusivas.
La UE, además, quiere renovar el pacto migratorio con Turquía, del que se cumplieron esta semana cinco años y que ha permitido frenar la llegada de refugiados al territorio comunitario, desde 885.386 migrantes en 2015 a 20.283 en 2020.
Los 6.000 millones de euros que la UE dio a Turquía a cambio de contener a los refugiados se han gastado ya y por ahora, Bruselas no tiene fondos presupuestados para proyectos humanitarios en el país vecino más allá de 2021.
Aunque, para mantener el pacto, Bruselas le pide al gobierno turco que respete también su otro compromiso de readmitir a los inmigrantes de las islas griegas que no tienen derecho a asilo.
De la política migratoria y de las tensiones territoriales con Grecia y Chipre conversaron precisamente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante una videoconferencia este pasado viernes, previa a la cumbre de la semana que viene.
SANCIONES
Se espera que los ministros de Exteriores aprueben mañana lunes sanciones contra Birmania, China, Corea del Norte, Libia, Eritrea y Sudán del Sur, amparándose en el nuevo régimen que la UE aprobó en diciembre para castigar violaciones contra los derechos humanos, similar a la Ley Magnitsky de Estados Unidos.
Será la primera ampliación desde que lo estrenaron contra los cuatro funcionarios rusos relacionados con el caso Navalni.