El delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Almería, José Manuel Ortiz Bono, ha destacado este lunes la posición "reforzada" que ha alcanzado el sector de las frutas y hortalizas dos años después de la 'crisis del E. coli' por la que en junio de 2011 hubo una fuerte caída de las exportaciones del sector a raíz del casi medio centenar de muertes producidas en Alemania y que, en un principio, se achacó a una partida de pepinos españoles, si bien más tarde se descartó que el origen de la alerta sanitaria estuviera en este fruto.
El titular almeriense de Agricultura de la Junta ha explicado en una nota que "solo dos años después de la crisis" que estuvo "a punto de arruinar la horticultura almeriense", los agricultores "no sólo han conseguido salir airosos de aquel trance", sino que "la han fortalecido incluso" porque "con el apoyo de la Junta de Andalucía han sabido responder como mejor saben hacerlo: apostando aún más por la calidad, la seguridad y el respeto al medio ambiente".
En esta línea, ha puntualizado el incremento del consumo nacional de frutas y hortalizas y el "récord de exportaciones" de las últimas campañas desde que se apaciguó la crisis. En 2012, si bien Almería mantuvo el mismo volumen de ventas en el exterior que en 2011, el valor de dichas exportaciones creció un 12 por ciento, "lo que significa que los consumidores europeos apreciaron la calidad de los productos cultivados en Almería", ha valorado el delegado.
El delegado de la Junta se ha mostrado convencido de que si las frutas y hortalizas almerienses han salido "incluso reforzadas" de aquella crisis "ha sido gracias a la confianza que han sido capaces de transmitir a los clientes, porque la confianza es el ingrediente más importante de la alimentación, ya que todos queremos comer alimentos sanos y seguros".
Ortiz Bono ha basado en este ejemplo su intervención en la presentación de las jornadas sobre el proyecto piloto ECPA de gestión de residuos organizado la asociación empresarial de fabricantes de productos fitosanitarios (Aepla) y Cajamar, unas jornadas enmarcadas en la iniciativa 'Time to change', en las que se ha hablado acerca de la nueva estrategia de la industria fitosanitaria europea, orientada a atender las necesidades y las exigencias de los consumidores.
El delegado ha recordado que a pesar de que año tras año los resultados de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria "vienen demostrando la continua reducción de los residuos, muchos consumidores siguen mostrando su preocupación por los residuos de productos fitosanitarios en los alimentos cultivados en Europa".
Por este motivo, según el representante de la Consejería, "el sector hortofrutícola de Almería, consciente de esta preocupación, sigue trabajando en proyectos como el que ahora se desarrolla en Almería, con el objetivo de reforzar y aumentar la confianza de los consumidores en la seguridad alimentaria. Por eso se pretende contribuir a minimizar la presencia de estos residuos implementando medidas y acciones concretas para prevenir las excedencias de límites máximos de residuos".
CONTROL BIOLÓGICO
El responsable almeriense de Agricultura de la Junta ha calificado de "extraordinaria" la evolución del control de los productos fitosanitarios en la horticultura de Almería, "que en tan solo unos años ha conseguido disminuir considerablemente su uso, gracias al esfuerzo conjunto de los agricultores y del Gobierno andaluz, que a mediados de la década pasada tomaron la determinación de que había que implantar la producción integrada en el más breve espacio de tiempo; es decir, había que armonizar el uso de los productos fitosanitarios y el de los insectos de control biológico".
La horticultura almeriense ha pasado de unas 300 hectáreas en producción integrada que había en 2005 a 19.000 en 2007, según los datos de la Junta. En la actual campaña ya son más de 25.000 hectáreas de producción integrada, "lo que supone una garantía para la seguridad alimentaria de nuestros clientes", según el delegado.