El director de Urgencias del Distrito Sanitario Poniente de Almería, lleva años intentando acercar la atención médica urgente a lugares de difícil acceso
El capitán médico en excedencia Óscar Garrido, actual director de Urgencias del Distrito Sanitario Poniente de Almería, lleva años intentando acercar la atención médica urgente al entorno natural o lugares de difícil acceso, un objetivo que se traduce en un intercambio con cuerpos como la Guardia Civil o servicios de Bomberos.
Por ejemplo, recientemente ha iniciado una nueva línea de colaboración con la Sección de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil de Granada, que en esta ocasión se ha traducido en unas jornadas teóricos prácticas, si bien este tipo de iniciativas nacieron hace muchos años, en 2014, según revela Garrido en una entrevista con Efe.
"Ha tenido distintos formatos, incluso distintos uniformes", dice refiriéndose a su tiempo en las Fuerzas Armadas, una experiencia que incluso lo ha llevado a la base antártica 'Gabriel de Castilla'. La meta ha sido siempre la de "medicalizar los rescates, la atención médica urgente en lugares de difícil acceso en Andalucía".
Garrido considera que lo más complicado es encontrar a facultativos que tengan las competencias y puedan moverse por "distintos medios naturales", tanto de "alta montaña, barrancos, espeleología, paredes verticales o espacios confinados".
"Es muy difícil encontrar un sólo profesional que cubra esas áreas deportivas y además se dedique a las emergencias y urgencias extrahospitalarias", insiste.
Ha explicado que "muchas veces el rescatador tiene que hacer las labores de médico con la incertidumbre, la preocupación y sin los conocimientos y medios materiales. No siempre salen bien las cosas", apunta.
Garrido asevera que el modelo que se busca ya está "implantado en otras comunidades" y que se pretende que estos profesionales tengan un apoyo para que la "medicina de urgencias llegue hasta el último sitio dónde esté el paciente", sea un deportista, un agricultor, alguien que haya sufrido un accidente de tráfico o industrial, o una persona atrapada por el colapso de un edificio.
Este capitán médico promueve un intercambio de formación y procedimientos con Guardia Civil y Bomberos, ofreciendo asesoramiento, apoyo de gestión y logístico, mientras que la última fase es la asistencial, es decir "hay determinados accidentes, rescates en los que sí o sí tiene que ir un facultativo porque, sí o sí, hay que atender con un alto nivel de calidad asistencial".
Asegura que hasta ahora lo normal para médicos como él era recibir una llamada y "dejar lo que estás haciendo, coger la mochila y salir corriendo", algo que pasaba también en otras comunidades en las que ya hay "equipos específicos" porque esta labor se ha ido "instrumentalizando y profesionalizando".
Ahora existen varias iniciativas "casi a título personal" en provincias como Málaga, Granada o Almería, de sanitarios que "colaboran desinteresadamente".
Como deportista, él se dio cuenta de esta necesidad, pero también porque con Espeleosocorro Andaluz acudió a la "llamada" para rescatar a los barranquistas españoles atrapados en el cañón marroquí de Uandras cuando trabajaba para el 061. "Aunque luego acabó como todo el mundo conoce", lamenta.
La espeleología no era el único "escenario en el que podía ocurrir accidentes", por lo que en 2017 intentó articular un proyecto "un poco más grande, reglado con la administración" que se presentó en un congreso de la Sociedad Española de Montaña.
Sus deberes como militar lo dejaron congelado durante un tiempo pero ahora, al encontrarse en excedencia en las Fuerzas Armadas, vuelve a "retomar esta iniciativa" y a poner todo su "apoyo" y conocimiento a la gente que "se juega la vida todos los días por sacarnos de los sitios más difíciles y angustiosos".