El Ayuntamiento de Almuñécar y el de Estepona han firmado, esta mañana, el hermanamiento entre ambas ciudades, que ha tenido como escenario el Castillo de San Miguel, ante la atenta mirada de unas 200 personas, entre esteponeros y almuñequeros, además de representantes de distintos colectivos sociales. La rúbrica ha sido fruto del acuerdo aprobado por el Pleno del Consistorio sexitano el pasado 23 de noviembre.
Tras la lectura del manifiesto institucional, por parte de la teniente alcalde de Almuñécar, Beatriz González Orce, han tomado la palabra los alcaldes de los dos municipios hermanados, Juan José Ruiz Joya y José María García Urbano, respectivamente, que han coincidido en que “somos dos hermanos con el mismo pasado y la misma trayectoria, que se encuentran de mayores y ya no sólo no quieren separarse, sino que hemos decidido afrontar el presente juntos para recorrer el futuro de la mano”.
Ruiz Joya ha recordado que la historia ha llevado a Almuñécar y a Estepona por caminos paralelos, haciendo alusión al pasado fenicio, romano, andalusí y cristiano de ambas ciudades y ha destacado que “este nuevo lazo es ya un vínculo inquebrantable para aprender unos de otros, unidos, juntos, poniendo en común vivencias, experiencias y éxitos para aplicar lo que nos ha funcionado y desechar lo que no”.
Por su parte, el primer edil de Estepona, José María García Urbano, ha subrayado que “estas son las dos ciudades más bonitas del Mediterráneo” y que es un honor hermanarse oficialmente con nosotros. Asimismo, ha remarcado “el ilustre pasado sexitano y su gran presente, y ha augurado el prometedor futuro que nos aguarda, para el que Almuñécar contará siempre con el apoyo incondicional de los esteponeros”.
Para concluir, el alcalde sexitano ha puntualizado que ambas ciudades “nos empeñamos en poner nuestros pasados en valor, para que sea complemento a nuestra proyección turística y conseguir la excelencia, llevando con orgullo nuestra condición de hermanos”.
El emotivo acto ha continuado con un paseo guiado de ambas comitivas por el propio Castillo de San Miguel, la Cueva 7 Palacios y el tramo de acueducto romano y termas de la Carrera de la Concepción, terminando con una comida de hermandad en el recinto ferial del P4.