Aquellos polvos y estos lodos

Estoy convencido de que Morales estaba muy lejos de ser un lince en los negocios, sobre todo con visión de futuro en fútbol. No supo prever los beneficios que aporta una Primera División. Se encontró con un equipo en la división de oro, y no supo vislumbrar lo que ello suponía, sin poner los cimientos para luchar con las máximas garantías por una permanencia que, por su racanería, está ya distante.

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¿Cuando se podrá ver de nuevo Chapín con el cartel de “no hay entradas”? ¿cuándo volverá el club a contar con 16.000 abonados?, ¿cuándo se podrá hacer una taquilla de alrededor de 800.000 euros?, ¿cuándo la ciudad volverá a lucir el ambientazo que existe? Ahora se quiere malremendar el descosido, pero el mal ya se hizo en Julio/Agosto, con la peor organización y la más nefasta visión de futuro que pueda darse. Aquellos polvos, han traído estos lodos y no nos queda otra cosa que aguantar con fuerza el timón, mantener, al menos, la nave a flote, aunque sea en otros mares. Pero aún quedan reminiscencias de la anterior etapa. ¿Quién decidió abrir solamente tres taquillas para la visita del Real Madrid? La imagen ha sido poco edificante con aficionados aguardando durante toda la noche, en sillas de playa, soportando el mal tiempo y la lluvia, con taquilleros que no han podido ni ir a comer por no dar abasto a expender entradas y entradas, con deficiencias en la venta a través de Internet,…El buen desorganizador que lo ha desorganizado, sigue teniendo poder de desorganización. Hay sombras que siguen siendo alargadas y permanentes.