La acusación pide 12 años de prisión para los dos cabecillas del caso Acobiomol

El polémico juicio del Acobiomol quedó ayer visto para sentencia. El despacho de abogados Montiel de Arnáiz, que defiende a seis víctimas de ese producto ‘milagro’ que se dispensaba a enfermos terminales, desahuciados por la Seguridad Social y que, supuestamente, curaba enfermedades como el cáncer, el sida o la dermatitis atópica, pidió 12 de años de condena para los supuestos cabecillas, Juan Manuel Acosta y Juan Luis Andrades, acusados de tres delitos de estafa continuada, intrusismo profesional y contra la salud pública, así como tres años de prisión para el resto de imputados acusados de complicidad, tal y como explicó ayer a este medio el abogado Enrique Montiel tras una larga semana de declaraciones prestadas (ha habido más de 20 testigos) ante la juez en la sección octava de la Audiencia Provincial, en Jerez. Por su parte, el Ministerio Fiscal también ha solicitado nueve años de cárcel para Acosta y Andrades, y tres para el resto de los imputados.

Cabe recordar que las familias denunciantes interpusieron hasta siete querellas con el fin de que los imputados sean condenados con la pena máxima contemplada para estos delitos, que asciende a diez años de prisión.
Asimismo, la acusación particular solicitará 60.000 euros por cada afectado y la devolución de lo que pagaron (cantidades que iban desde los 9.000 a los 15.000 euros en calidad de supuesto donativo a la investigación) mientras que la Fiscalía pide 6.000 euros por cada afectado, así como la devolución de lo desembolsado. También solicitarán la inhabilitación de los dos médicos de la clínica Costa Noroeste de El Puerto de Santa María, Rafael Tomás Quintanilla y Emilio de la Rosa.

El último día del juicio terminó con la intervención de la defensa de Juan Manuel Acosta, quien dijo que su cliente realmente “se creía lo que él vendía”, dejando entrever a que a día de hoy Acosta sigue creyendo en su producto ‘milagro’. Así, el abogado de Juan Luis Andrades aclaró que, al haber hay víctimas, este caso debería ser juzgado por la vía civil y no penal, aclarando que penalmente su cliente no ha cometido ningún delito al estar convencido de lo que decía Acosta, siendo ahora cuando se ha desengañado.

El letrado de Rafael Tomás Quintanilla sentenció que a su cliente también le “engañaron” mientras que el de Emilio de la Rosa incidió en que contra su cliente no había pruebas. Por último, la defensa de Rocío Andrades, hermana de uno de los supuestos cabecillas quien presuntamente hacía labores de enfermera, incidió en que que ella nunca estuvo en la clínica, aunque después dijo que “sí” pero sólo de visita. Ahora, ya sólo queda esperar a que salga la sentencia.