La prescripción por principio activo es una práctica que se está aplicando desde hace muchos años en otros países, mientras que en el nuestro no se ha utilizado hasta fechas recientes.
Esta iniciativa es recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por otros organismos y asociaciones científicas nacionales e internacionales.
En Andalucía se ha convertido ya en una práctica habitual en el Sistema Sanitario Público Andaluz, donde más del 60% de las recetas se realizan a través de esta práctica, situándose a la cabeza en Europa en este tipo de prescripción.
Esta práctica está contribuyendo a perfilar mejor los cometidos del médico y del farmacéutico y, con ello, se facilita la confianza y la colaboración entre ambos.
Además permite una reducción del gasto en medicamentos, tanto para los pacientes no pensionistas como para el Sistema Sanitario Público de Andalucía, ya que está fijado con las farmacias un límite de precio para cada principio activo, de esta forma se contribuye a moderar significativamente el crecimiento del gasto público por recetas en Andalucía al contener el gasto medio por receta.
Es obvio que para el médico la prescripción por principio activo es un término que le facilita la búsqueda de bibliografía y el intercambio de conocimiento científico y se podría decir que la prescripción por principio activo equivale a racionalidad y calidad, información contrastada y validez científica, desempeño ético, equidad y servicio público.
En mi opinión, nuestro sistema es uno de los mejores en el ámbito internacional, ya que cualquier persona, independientemente de su situación económica, puede acceder a un tratamiento adecuado. Este acceso universal a la atención sanitaria ha repercutido en un incremento de los presupuestos, por ello, se empiezan a adoptar ciertas medidas, como los precios de referencia, la bajada de márgenes y la prescripción por principio activo, con los que se están logrando resultados.
Por otro lado la implantación de la receta electrónica va a favorecer un mejor control de todo el proceso de prescripción por principio activo y pienso que podremos conocer con exactitud qué pasa con las y los enfermos polimedicados o con el cumplimiento de los tratamientos.