Como ya denunció este medio la semana pasada, una avería en la estación depuradora de Arcos generó un vertido fecal directamente al río, provocando acumulación de suciedad y mal olor a la altura de la zona de Riofrío. Según la Delegación de Medio Ambiente fue una “avería puntual” del aliviadero que a las pocas horas de detectarse fue subsanada por Aqualia.
Sin embargo, el grupo ecologista considera un hecho “muy grave” este tipo de vertidos al río, esperando que la avería que aducen los infractores sólo sea un hecho puntual.Con la ley en la mano, recuerdan que a la Junta de Andalucía le corresponde el control y vigilancia de la calidad de los ríos y quede debe sancionar a los infractores. Además, aferrándose a la ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, señalan como infracciones muy graves la “realización de vertidos directos o indirectos a cualquier bien del dominio público hidráulico cuando se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente o se haya puesto en peligro grave la salud o seguridad de las personas”. La misma ley obliga a la reparación del daño causado y a indemnizar por los daños y perjuicios derivados del mismo.
El grupo conservacionista indica asimismo que si estos vertidos u otros de similar importancia se producen periódicamente, el Ayuntamiento debería plantearse la retirada de la concesión del servicio de depuración de aguas residuales y la gestión de la EDAR a la empresa que lo gestiona.
