Un espectáculo en el que la cantante y actriz española Nina se come el escenario y lleva la voz cantante pero arropada de un equipo de profesionales en el que destaca una Marta Valverde imponente, que derrocha vozarron y toques de humor sobre las tablas, y en el que también tiene mucho que decir Sophie, la hija de Donna (Nina), papel interpretado por la joven Georgina Llauradó, encargada de abrir y cerrar un musical en el que los espectadores se levantarán mucho más felices de lo que entraron de sus butacas y acompañaran con sus palmas a una buena parte del repertorio.
El libreto lleva la firma de Catherine Jhonson, con letra y música de Benny Andersson y Björn Ulraeus, Phyllida Lloyd asume la dirección de este montaje.
Las conocidísimas canciones del grupo Abbasuperan la veintena -entre ellas con éxitos como Chiquitita y Dancing Queen con las que muchos han nacido y otros han bailado en su juventud y sirven de soporte para relatar la historia de Donna y su hija Sophie. La historia está ambientada en una isla griega, cuando la noche previa a su boda, Sophie inicia la búsqueda para descubrir la identidad de su padre, reuniendo a tres hombres que pertenecen al pasado de su madre Dona en la isla que visitaron 20 años atrás. Nina, conocida también por su participación en Operación triunfo, encabeza un reparto de 12 intérpretes, entre los que también se encuentra Daniel Diges (en el papel de Sky y quien ya dio vida a Troy, protagonista masculino de High School Musical).
El equipo artístico lo forman unas 30 personas pero, en estos casi seis años de exhibición, 90 actores han pasado por sus filas.
Nina ostenta el récord de permanencia, puesto que forma parte de este espectáculo desde el principio, con más de 1.300 funciones a sus espaldas.
Casados y nacidos
De hecho, en la esfera de lo personal puede decirse que después de todo este tiempo Mamma Mia! ha casado a dos miembros de la compañía y está pendiente de un próximo tercer enlace. En el transcurso de todos estos años, también se ha producido el nacimiento de tres niños.
La larga permanencia en cartelera del musical en Madrid y Barcelona prueba la existencia de una especie de adición entre el público. Esta fiebre es especialmente alta en dos personas que lo han visto 87 veces.
“El público de Cádiz formará parte cada día de los más de 10.000 espectadores que, en todo el mundo, disfruta de este espectáculo”, afirma Julia Gómez Cora, directora de Stage Entertainment, la productora del musical Mamma Mia!. Y es que desde 2004, fecha de su estreno en España, el éxito ha acompañado a este espectáculo basado en la música del grupo sueco Abba. Como ella misma confiesa, después de tantas giras se acumulan un sinfín de curiosidades, que pertenecen a la peculiar historia de un montaje pensado a lo grande. ¿Sabías que en 'Mamma Mia!...? A la zona de carga y descarga del Gran Teatro Falla llegarán cinco trailers necesarios para el montaje. Uno de estos camiones transporta exclusivamente el sonido; dos se encargan de las luces y otros dos están repletos de escenografía. Al equipo técnico habitual del teatro, se sumarán ahora 26 especialistas de la compañía.
La parafernalia técnica incluye, entre otros detalles, más de 75 focos móviles y 30 micrófonos inalámbricos. Por función, se consumen 70 pilas de micro y, en dos meses, se gastan un total de 4.000. La gira nacional, que comenzó este verano en Bilbao y concluirá en agosto en San Sebastián, conlleva la realización de 18.000 kilómetros en su visita por 28 ciudades. Entre ellas, Cádiz, en la ruta habitual de los musicales que transitan por el país.
En sastrería descansan más de 300 trajes, estando cada uno de ellos diseñado y confeccionado en Londres, luciendo al final del primer acto los actores un vestuario con pedrería, cuyo brillo no pasará desapercibido entre el público.
Sin embargo, suponen un problema a los encargados de velar por su mantenimiento, dado que en cada función se pierde un 40 por ciento de los adornos. Por tanto, hay que arreglarlos para que vuelvan a brillar cuando sube el telón y puede.
Especial atención también merece los tres trajes que llevan las actrices que encarnan a las Dynamos, puesto que portan cristales de Swarovski para ofrecer un destello de color combinado con el juego de las luces. Cada uno de ellos cuesta aproximadamente 6.000 euros, destacando también la rapidez con la que estas se enfundan otro diseño, especialmente en la recta final del espectáculo, en el que las tres regresan al escenario para volver a repasar los temas preferidos del público en cuestión de segundos. Otro de los datos singulares de este montaje es que cada actor cuenta con cuatro pares de zapatos, de un total superior a 260 pares.
Anécdotas
Tantas funciones -1.500 entre Madrid y Barcelona- han dado lugar a una serie de anécdotas tanto artísticas como personales. Entre las artísticas, destaca el hecho de que la primera Sophie viajó de Liverpool a Madrid para hacer la prueba cuando los ensayos ya habían comenzado.
Entró en la compañía ese mismo día y tuvo que ir de compras, puesto que no venía equipada. A Nina -que hace el papel de Donna- le jugaron la inocentada de hacerle creer que, en medio de una canción, compartía escenario con Madonna. Y se lo creyó. En cambio, el percance de Mónica Vives demostró que el musical con la música de Abba está concebido con unas buenas medidas de seguridad.
En medio del tema Honey honey se cayó al foso, no le pasó nada y, sin inmutarse, siguió cantando mientras trepaba sola para llegar al escenario y continuar la escena. A uno de los Sky tampoco le importó olvidarse el bañador en la escena que lo desnudan y quedarse en ropa interior.
¿Este éxito se debe a la música de Abba o hay algo más? Para Julia Gómez Cora, directora de Stage Entertainment, si todo fuera tan fácil como reunir un puñado de canciones conocidas, habría muchos más espectáculos de este tipo triunfando.
En su opinión, los buenos resultados de público se explican por “una deliciosa, divertida e inesperada historia: la de Sophie, que se cuenta a través de las canciones”.
Y éstas están al servicio del argumento. De lo contrario, Stage Entertainment no hubiera invertido -tanto en Madrid, Barcelona como en esta gira nacional- 10 millones de euros.
Mamma Mia se estrenó en Londres en 1999 y, actualmente, 12 producciones siguen en cartelera repartidas por todo el mundo, en escenarios tan distintos como Broadway y Moscú. Se calcula que más de 40 millones de personas han visto este musical a nivel internacional. En España, la cifra asciende a un millón y medio de espectadores. Ahora,por fin le toca al turno a Cádiz. Se trata de tres horas de espectáculo que incluyen un descanso de 20 minutos en los que el espectador no mirará casi al reloj y no podrá evitar estar quieto en el sillón ni tararear con los actores el estribillo de temas como Chiquita.
Recién llegados de Sevilla, los actores y cantantes llenarán el teatro Gran Teatro Falla en el que ya está todo listo para recibirles y donde también habrá muchas sorpresas y un final feliz muy divertido, que no se antoja para nada ñoño y donde la emoción y la voz contenida de Nina se mezclara con notas de humor que no dejarán al espectador indiferente. Después de tantas giras, la adaptación de los temas originales de Abba al castellano ya empieza a resultar familiar al margen de que en líneas generales guste más la canción original.
No hay excusas para disfrutar de uno de los musicales más emblemáticos de los últimos años.
