La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha acordado el desembalse de 385 hm3 para 345.000 hectáreas de regadío durante la presente campaña dentro del Sistema General de Regulación, de los que 700 metros cúbicos por hectárea irán destinados a los cultivos que necesitan más agua.
Así lo ha anunciado el presidente de la CHG, Joaquín Páez, tras la segunda reunión del año del Pleno de la Comisión de Desembalse, cuyo acuerdo supone un descenso del 38 por ciento respecto a los hm³ del año pasado, cuando se situaron en 600, y que ha decidido también adelantar la campaña de regadío "tras escuchar al sector".
La bajada es más acusada en los cultivos de máximos, que reciben 700 metros cúbicos por hectárea frente a los 1.750 de 2022 y el máximo de 6.000 que se podría alcanzar, lo que supone que se queda en un porcentaje del 88 por ciento.
Páez ha sostenido que esta ha sido una de las comisiones "más complejas", ya que la situación hídrica es "muy mala", y ha mostrado su agradecimiento "a todos los usuarios y a todos los representantes que han estado en la reunión y han mostrado su compromiso con la cuenca".
Ha recordado que el nivel de precipitaciones se sitúa actualmente en un 35 % menos que la media y que el 5 de marzo fue el último día que llovió, puesto que, aunque había "esperanza" en que lloviera durante la última parte de la Semana Santa -tal y como indicaban los primeros pronósticos- finalmente esas lluvias no llegaron.
Se produce por tanto, según Páez, un déficit del 70 % en el actual año hidrológico, lo que ha llevado a la Confederación a tomar otra decisión, como es la de establecer el final de la campaña de regadío oficialmente en el 30 de septiembre.
"Normalmente en octubre tenemos una reserva para garantizar los últimos cultivos, pero ahora no estamos en condiciones si la situación no cambia", ha sentenciado.
Ha precisado que las actuaciones extraordinarias solo se van a poder dirigir a olivar -que recibirá 400 m³ por hectárea- y arboleda, mientras que otros como el arroz "no van a tener posibilidad de siembra, porque su cultivo requiere un manejo de los desembalses que no nos podemos comprometer a respetar porque es muy complejo".
"Ahora mismo las condiciones para que el arroz se cultive no son las idóneas", ha señalado Páez, que ha añadido que si cambiaran las circunstancias antes del 15 de mayo, que es cuando comienza la siembra, se replantearía la situación.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha indicado que el 80 % de la cuenca se encuentra en situación de emergencia y ha definido el escenario actual como "delicado, complejo y difícil de gestionar".
Paéz ha comparado el estado de las reservas de agua para regadíos con el que se produjo durante la sequía de 1995 y ha asegurado que nunca en los últimos 25 años se ha producido una situación peor que la actual, por lo que ha dicho comprender la "preocupación" del sector.