El mal olor se debe a la acción de bacterias que se encuentran en el dorso de la lengua y en el surco gingival. Es frecuente tener restos de comida
La halitosis es el olor desagradable procedente del aliento de una persona, es un problema que se asocia con frecuencia a una mala higiene bucal o a enfermedades de la cavidad oral, pero también puede deberse a enfermedades sistémicas severas que necesitan de un diagnóstico y de un tratamiento específico.
La halitosis es una enfermedad que se presenta en más del 50% de la población y es poco estudiada en nuestras consultas de Atención Primaria, aunque es considerada más como un problema social relacionada a una higiene dental deficiente o con enfermedades de la cavidad oral, en ocasiones puede ser la manifestación de una patología a otros niveles.
El odontólogo o el médico de familia suelen ser los primeros profesionales a los que consultan, y en ocasiones se trata de pacientes que la sufren desde hace años, que ya han consultado a varios especialistas e intentado varios tratamientos, a algunas personas incluso se les ha realizado endoscopia, amigdalectomía, gastroscopia o broncoscopia.
La mayoría de los adultos sufren en algún momento de su vida halitosis. Se podría afirmar que aproximadamente un 30% de personas mayores de 60 años han padecido o padecen en algún momento de ella.
La halitosis puede ser fisiológica, como es el caso del aliento matutino, muy frecuente en la población, esto ocurre porque durante el sueño el flujo de saliva disminuye, por tanto no se produce el efecto detergente que tiene, quedando ésta estancada, lo que el crecimiento incontrolado de bacterias que producen un gas maloliente.
Por otro lado la halitosis es inversamente proporcional al flujo de saliva, es decir, cuanto menos se produce más intensidad del problema.
El mal olor de la cavidad oral se debe a la acción de bacterias que se encuentran en el dorso de la lengua y en el surco gingival. En estas zonas además de en las dentaduras postizas, puentes y ortodoncias, es frecuente que se retenga gran cantidad de restos de comida y desechos, cuya descomposición por la población microbiana presente en la boca origina el mal olor, principalmente por la producción de compuestos volátiles de sulfuro.
En cuanto a la halitosis de tipo patológica, puede aparecer en personas con piezas dentales con caries o con placa dentaria (sarro), en la enfermedad crónica periodontal o en la gingivitis, en el abceso dentario, en la sinusitis crónica, en la candidiasis oral, en infecciones de la faringe tanto víricas como bacterianas, en enfermedades digestivas, enfermedades respiratorias, patologías neurológicas, renales, hepáticas, psiquiátricas, etcétera, etcétera.
El tratamiento de la halitosis se establecerá tanto en la consulta de primaria, como en odontología como en especializada, según la causa.
No obstante, como primera medida es recomendable el cepillado de dientes y lengua dos veces al día, pasar el hilo dental una vez al día y enjuagues y gargarismos con un colutorio dos veces al día, además, es recomendable una dieta alimenticia saludable rica en fruta fresca y verduras y baja en carnes y grasas.