El pívot serbio Nenad Krstic ha sido puesto en libertad después de permanecer durante toda la noche bajo custodia policial tras la batalla campal que se produjo el pasado jueves durante el partido amistoso de baloncesto contra Grecia en el torneo Acrópolis de Atenas.

El partido tuvo que ser suspendido a falta de 2:40 minutos cuando la selección de Grecia iba por delante en el marcador (74-73), momento en que estalló la trifulca.

Los 5.000 espectadores presentes en el pabellón Olímpico ateniense asistieron a una pelea multitudinaria sobre la cancha en la que hubo intercambio de puñetazos, escupitajos y lanzamiento de sillas.

LA VIOLENCIA DEL PIVOT

Krstic, que jugó la última temporada en la NBA con los Oklahoma City Thunder, prendió al griego Antonis Fotsis por la garganta y arrojó una silla a Sofoklis Schortsanitis cuando éste trataba de alcanzarlo. El asiento no encontró su objetivo, pero golpeó a Yannis Bouroussis, que no había podido jugar el encuentro por una lesión y abandonó la pista con la cabeza ensangrentada.

La pelea estalló cuando Fotsis se encaró con el serbio Milos Teodosic, que le había hecho una falta, y éste le agredió. Los jugadores de uno y otro equipo se enzarzaron sobre la cancha y siguieron pegándose en el túnel de vestuarios hasta que, finalmente, pudieron ser separados.

El fiscal Costas Simitzoglou decretó la puesta en libertad de Krstic a la espera de que se sustancie la investigación sobre los incidentes con la ayuda del vídeo y las declaraciones de los testigos.

Krstic, de 27 años, regresó al hotel donde está alojada la selección serbia y está previsto que abandone Atenas con destino a Belgrado esta misma tarde, según informó la embajada de Serbia en la capital griega.

Los incidentes de Atenas se producen a pocos días de que comience, el 28 de agosto, el campeonato del mundo de baloncesto en Turquía, en el que estarán presentes las dos selecciones, aunque afortunadamente, en grupos diferentes: Serbia en el A (con Argentina) y Grecia en el C.

El seleccionador estadounidense, Mike Krzyzewski, calificó de “muy lamentable” la batalla campal con la que terminó el partido amistoso que disputaron Grecia y Serbia el jueves en Atenas.

El encuentro fue suspendido a falta de dos minutos y medio para el final por los incidentes que protagonizaron la mayoría de jugadores de ambos equipos, que se enzarzaron en una pelea sobre la pista en la que el serbio Nenad Krstic agredió con una silla al griego Ioannis Bourousis, dejándolea la cabeza ensangrentada.

“Lamento que esto haya ocurrido. Es consecuencia de la pasión que los jugadores ponen en los partidos”, destacó Krzyzewski, y añadió: “hay que tener cuidado para que algo así no vuelva a pasar y estoy seguro de que nosotros no lo haremos”.

LAS OPINIONES DE LOS JUGADORES

El pívot estadounidense Kevin Love, tras el entrenamiento ayer de su selección en Madrid, también fue preguntado por esos incidentes, y respondió: “No es la actitud que se espera de jugadores de nuestro nivel”.

La tensión y ansiedad de los jugadores se incrementa según va acercándose el comienzo del Mundial de Turquía, pero en estos casos Love considera que “hay que hacerse a un lado y pensar en el equipo”. Ya que llegar a este tipo de situaciones siempre es perjudicial para el equipo, su imagen y , sobre todo, para el deporte en general.

“Es entendible que la intensidad del juego te lleve a eso, pero hay que mantener la cabeza fría”, destacó.