El Muelle de la Riotinto, en la encrucijada

Publicado: 12/12/2023
Autor

J. S. Canales

Periodista onubense con más de medio siglo de carrera profesional y una gran dedicación a su tierra, autor de varios libros y reconocido con el Premio de Periodismo Ciudad de Huelva en 2008

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La colaboración Puerto-Ciudad empieza a perfilarse como una realidad: todo un símbolo de progreso a escala nacional
A estas alturas no sé qué grado de popularidad tiene el que, lamentablemente, todavía siguen llamando ‘El muelle del Tinto’. Un desconocimiento de la realidad y mucho más de para qué llegó a servir esa auténtica reliquia de la ingeniería  británica durante la dominación y explotación de las minas de Riotinto, allá en la cuenca minera del río protagonista y algo más que la verdad de toda una dominación colonial y, por supuesto, en lo que a Huelva se refiere nada que ver, geográficamente hablando, con el río Odiel, sobre cuyas aguas descansa un tanto desangelado un cargadero de mineral que pasó a propiedad de España  después de alguna que otra chapucera recuperación al desgajarle un tramo -el central- ya que alguna mente un tanto desangelada decidió por imperativo legal que, por debajo, deberían pasar los camiones-trailer y, lo peor es que para acceder a la Punta del Sebo fue necesario fletar un camión articulado soportando la voluminosa carga de un stator (¿) o poco más o menos gigante para articular parte de nuestra cambiante Central Térmica Cristóbal Colón, más tarde desmantelada y ahora luciendo una cubierta-envoltura demasiado modernista.

Sí, ¡ay! mi Huelva que tiene a su lado un mastodonte en sustitución mal recordando aquellos años previos al Polo de Promoción Industrial de una planta productora de electricidad por iniciativa de un onubense -José Muñoz de Vargas-, siendo responsable de la entonces Compañía Sevillana de Electricidad y ahora Endesa, algo que de nada sirve para restituir ese tramo desgajado de la parte superior del ahora mismo ingenio y seña de identidad de la ría y de  nuestra industria minera, pero al que, de momento, nadie le mete mano para devolverle su fisonomía original. Desde el Puerto, siendo presidenta la ahora alcaldesa, llegó a insinuarse la iniciativa -¿por parte de quién o quiénes?- de acometer una obra cuyo coste convendría ir estudiando y sin olvidar que la parte de tierra, ahora mismo, ha tenido que ser protegida con un vallado aceptable como medio de seguridad para evitar fracturas y/o caídas de las vigas y demás elementos de sujeción, dado que la mayor parte sobre el terreno es de madera y el tratamiento que recibió en su día se ha ido deteriorando hasta dejarnos ver la huella de lo que puede dar paso a  futuros desprendimientos.

Las cosas así no sé que estarán pensando ahora mismo el Puerto de Huelva y/ posibles partícipes en las operaciones a realizar para mejorar  y modernizar su entorno, y si la apuesta más que lógica en su día de doña Pilar encaja en un proyecto de colaboración Puerto-Ciudad por aquello de esa progresiva tendencia a que el reojo de la ciudad al Puerto o de éste a la población ha sido causa de algunos retrasos y mejoras que, al menos en Torre Arenillas, es una esplendorosa realidad que nada tiene que ver con ese Muelle de Levante ante las revolucionarias reformas y nuevas instalaciones que tiene en mente o en proyecto, ahora de la mano de su nuevo presidente, el señor don Alberto Santana, al que sí convendría ir recordando algo que insinuo o considero responsabilidad  en parte de la Autoridad Portuaria de Huelva, y meter mano al asunto lo mismo que ha hecho en el entorno del monumento a Colón, hito histórico de la aventura descubridora que muchos tratan de emular con las nuevas instalaciones portuario-deportivas.

 La colaboración Puerto-Ciudad empieza a perfilarse como una realidad: todo un símbolo de progreso a escala nacional, en la mayor extensión del circuito costero e insular de España. Sí, y volviendo al origen de estas consideraciones, que ese binomio Puerto-Ciudad sea una razonable y justa realidad en la que no deben inhibirse a la hora de la financiación todos los beneficiarios -repito e insisto- de cuanto ha sido y será posible gracias al Muelle de Levante y a las instalaciones allende la Punta del Sebo y en aguas de Palos de la Frontera. Sí, y cuándo veremos ‘terminado’ ese icónico muelle-cargadero ya tiene respuesta. No hay que bajar la guardia y dar el paso al frente, que el tiempo apremia y ya está lo que ocurrió con la estación Huelva-Término, ahora todo en manos de la más que dinámica Diputación Provincial de don David Toscano, y de doña Pilar Miranda, a los que estoy seguro les agradaría personalizar más el cargadero a nivel del agua con réplicas de una locomotora y una o varias vagonetas que seguro aportarían desde Riotinto. 

A todo esto, ¿qué les parece la idea a don David y a doña Pilar? Eso… (El ‘milagro’ no se ha hecho esperar y salvo la idea de la locomotora y vagonetas que tuve la oportunidad de exponerles recientemente, todo está a punto de convertirse en esperanzadora realidad con la unión de ambos tramos del muelle).

 

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