«Es adaptable para discapacitados»

Una de las grandes ventajas con las que cuenta el carro a vela es que se trata de un deporte que puede practicar todo el mundo, desde un niño a un anciano, siendo algo muy destacado que puede ser fácilmente adaptable a cualquier discapacidad física aún con ausencia de alguna extremidad.

Así lo confirma el creador del aparato, Arturo Pardo de Donlebun: “Es ideal para discapacitados realizando sólo unos ligeros cambios en la distribución de los elementos de manejo del carro. Lo principal es la seguridad y solamente con unas correas extras, para que la persona quede bien sujeta al carro, es suficiente”, comenta.Luego, dependiendo de la minusvalía de cada persona, el resto de elementos necesarios para poder navegar se van adaptando.

Así, Arturo puso el ejemplo de uno de los discapacitados que probó el carro a vela en una feria a la que asistió a presentar su producto en Madrid. “Nos encontramos con una persona que quería probar el carro a la que le faltaba la pierna y el brazo derecho. En un principio parecería impensable que pudiera montarlo, pero hicimos unos pequeños cambios en el carro y no tuvo problemas para manejarlo”.Así, señala que “lo que hicimos fue colocar un freno de disco en la rueda delantera (pieza que los carros normales no lo llevan) y la barra de dirección que se orienta con las piernas se la sujetamos a su pie izquierdo para que pudiera guiarla, quedando el brazo para llevar la dirección y tensión de la vela. Disfrutó tanto que no quería bajarse”, explicó Arturo, dejando bastante claro que se trata de un aparato muy versátil del que pueden disfrutar todas las personas, con indiferencia de su edad, sexo o condición física.