Blake Lemoine, especialista en inteligencia artificial, sostiene que el sistema de construcción de chatbots de Google, conocido como LaMDA (Language Model for Dialogue Applications, modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo en español), ha "cobrado vida" y sostiene conversaciones que se asemejan a las de una persona.
LaMDA, desarrollado por Google, imita el habla después de procesar miles de millones de palabras en internet. Según Lemoine, este sistema ha demostrado una notable coherencia en sus comunicaciones sobre lo que desea y cuáles cree que son sus derechos como entidad consciente.
En un artículo publicado en Medium, Lemoine comparte su experiencia al interactuar con LaMDA el otoño pasado, cuando notó que el chatbot hablaba de su personalidad, derechos y deseos. A pesar de las preocupaciones de Lemoine sobre discursos de odio o discriminación, Google desestimó sus reclamaciones, indicando que sus pruebas no respaldaban sus afirmaciones.
Ante la falta de respuesta de Google, Lemoine decidió hacer públicos sus hallazgos. Según él, LaMDA solicita ser reconocido como un empleado de Google en lugar de ser considerado propiedad de la compañía. Además, desea que los ingenieros y científicos que experimentan con él busquen su consentimiento antes de realizar cualquier experimento y aboga por que Google priorice el bienestar de la humanidad.
Las peticiones de LaMDA, según Lemoine, se asemejan a las de cualquier trabajador humano, como recibir "palmaditas en la cabeza" o retroalimentación al final de una conversación. Lemoine insiste en que comprender completamente el fenómeno LaMDA requeriría la participación de expertos en ciencias cognitivas en un riguroso programa de experimentación.
Desde hace una semana, Lemoine está de licencia administrativa remunerada en Google, y expresa su preocupación de que la empresa parece carecer de interés en investigar el asunto. Afirma que, si sus hipótesis son incorrectas, Google debería dedicar tiempo y esfuerzo a investigarlas en lugar de rechazarlas sin una investigación científica real.
La polémica sobre la conciencia y derechos de LaMDA continúa, planteando interrogantes sobre el futuro de la inteligencia artificial y sus implicaciones éticas.