¿Cómo van a creer los ciudadanos el mensaje que lanzan los distintos partidos políticos sobre lo mucho que se juega Andalucía y España en estas elecciones europeas sin en lugar de hablar de Europa presentamos estos comicios como un plebiscito a favor o en contra del Gobierno de Pedro Sánchez? Vamos a ver, que ya sabemos que el presidente español es el peor de la historia española –como lo fueron también en su día Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero- un traidor a la Patria, una suerte de demonio con rabo, cuernos y que escupe azufre, un ególatra que sólo piensa en sus intereses, un caníbal de adversarios o contestatarios internos, un felón y un malvado nocivo para la convivencia.
Toda esta retahíla de insultos y descalificaciones al presidente del Gobierno la conocemos de memoria porque la hemos escuchado como un cacareo desde que lideró la moción de censura contra Mariano Rajoy. Ya tendrá la ciudadanía española y andaluza nuevas oportunidades electorales de tirar por los bloques de la Moncloa a Sánchez por sus crímenes contra España y la Humanidad, pero ahora, por mucho que algunos se esmeren, incluso con convocatorias extemporáneas en la Puerta de Alcalá, lo que toca ahora es hablar de Europa.
Resulta necesario hablar de la Política Agraria Comunitaria; de las cuotas pesqueras y los acuerdos con otros países para faenar en sus caladeros; de la inmigración como frontera Sur del viejo continente; de la lucha coordinada contra el narcotráfico, la trata de blancas y la delincuencia organizada; las relaciones con nuestros vecinos Marruecos y Gibraltar tras el Brexit; la respuesta común ante las invasiones de Ucrania y Gaza; los corredores ferroviarios; el auge de la ultraderecha y cómo responderá la euro cámara ante la intoxicación de los populismos y los eurófobos; las decisiones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre asuntos de enorme trascendencia, y todo lo relacionado con la pandemia del Covid -investigación y estrategia de vacunación, así como la respuesta económica de los Fondos NextGeneration-.
De todo ello se debía hablar, pero parece harto improbable visto como ha arrancado la campaña electoral, sumergida en el fango y sin apenas pedagogía para combatir la histórica baja participación en estos comicios que, para mayor hándicap, no coinciden como hace 5 años con las municipales que aumentaron considerablemente la participación. Sin embargo, ahora no parece importar eso, sólo decir que Pedro Sánchez ha perdido las elecciones, sin darnos cuenta de que la que perderá si no hablamos de Europa será Europa y, por consiguiente, España y Andalucía.