La nueva ministra británica de Economía, la laborista Rachel Reeves, desvelará un agujero de cerca de 20.000 millones de libras (unos 23.700 millones de euros) en las cuentas públicas, lo que podría abrir la puerta a subidas de impuestos.
Según informa este viernes el diario económico 'Financial Times' (FT), Reeves anunciará este lunes los resultados de una auditoría de los planes de financiación de previos gobiernos conservadores, que pondrá de manifiesto lo que el Ejecutivo tilda de "fracaso" en su gestión del erario público.
Según el FT, la cifra de 20.000 millones de libras, que podría todavía ser revisada al alza, es producto de la diferencia entre los ingresos y el dinero comprometido para áreas como los sueldos del sector público.
"Esto empieza a destapar lo que hicieron exactamente. El lunes, la ciudadanía británica por fin va a ver la verdadera escala del daño que los conservadores han hecho a las finanzas públicas", dijo una fuente laborista al periódico.
A juicio de esa fuente, que no fue identificada, los gobiernos 'tories' "gastaron el dinero del contribuyente como si no hubiera mañana, porque sabían que otro tendría que pagar la factura", por lo que ahora los laboristas deben "arreglar las bases de la economía".
Reeves revelará cuándo presenta la próxima revisión del Presupuesto en un discurso al Parlamento el lunes a su vuelta de participar en el G20 de Finanzas de Río de Janeiro.
Las presiones sobre las arcas públicas llegan especialmente desde la Sanidad (NHS) y desde los salarios del sector público, después de que un organismo independiente propusiera una subida del 5,5 % para el NHS y los trabajadores de la educación.
El primer ministro, Keir Starmer, ya apuntó esta semana a ajustes fiscales al reconocer que su gobierno se enfrenta a "una crisis más severa de lo que pensábamos" mientras revisa las cuentas.
La oposición considera que el nuevo Ejecutivo laborista está preparando el terreno para anunciar subidas de impuestos en la revisión del Presupuesto que se espera el próximo otoño.