Así, el BBVA cerró ya hace algunos años una oficina en la Ronda del Estero, frente al cuartel de la Policía Local y el pasado mes de marzo cerró también una gran oficina de Cajasol, en la rotonda Antonio Prat.
La fusión de cajas de ahorros también está llevando al cierre de oficinas, que obligan al traslado de empleados de banca o a la jubilación anticipada de muchos de ellos, porque la crisis económica no resulta ajena ni desconocida por las entidades bancarias, si bien no son pocos los que ven en las entidades bancarias las culpables de que no se remonte de la crisis, ante la dificultad para dar créditos o préstamos hipotecarios.
Estos cierres, que derivan a los clientes a otras oficinas próximas, no han terminado y se espera que en próximos meses continúe la reducción del número de oficinas, ante las fusiones de las cajas de ahorros.