En la orilla contraria se encuentra Kurájove, donde los defensores ucranianos intentan repeler los avances enemigos y que tenía unos 20.000 habitantes
El Ejército ruso ha tomado otra localidad más en las inmediaciones de Kurájove, estrechando el cerco en torno a esa localidad de la región de Donetsk, según informó hoy el Ministerio de Defensa de Rusia.
Las unidades de la agrupación militar Tsentr (Centro) conquistaron el pueblo de Novi Illinka, que se encuentra a orillas del embalse en el río Vovcha, señala el parte de guerra.
En la orilla contraria se encuentra Kurájove, donde los defensores ucranianos intentan repeler los avances enemigos y que tenía unos 20.000 habitantes antes de la guerra.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) y blogueros de ambos bandos informaron la víspera que rusos y ucranianos ya combaten en el centro de dicha ciudad.
Rusia conquistó la pasada semana unos 235 kilómetros cuadrados de territorio, un récord semanal en 2024, en su mayoría en Donetsk.
Según el canal de Telegram Agentsvo, en lo que va de noviembre las tropas rusas habrían conquistado 600 kilómetros cuadrados de territorio, 100 kilómetros cuadrados más que en octubre.
El ISW, que estima dichas ganancias en 574 kilómetros cuadrados, considera que los rusos han tomado más territorio en el sur de Donetsk en las últimas semanas que en todo 2023.
El Ejército ruso también está avanzando a marchas forzadas en la región nororiental de Járkov con el fin de tomar Izium y Kúpiansk, y atacar desde el norte los principales centros de operaciones ucranianos en el Donbás: Kramatorsk y Sloviansk.
Sea como sea, los expertos occidentales no se atreven a pronosticar que los rusos puedan romper todas las líneas defensivas ucranianas antes de la inminente llegada del invierno.
De hecho, el ISW apunta que, al actual ritmo, los rusos necesitarán un año para conquistar toda la región de Donetsk, es decir, los 8.000 kilómetros cuadrados bajo control ucraniano.
A esto hay que sumar que, según fuentes militares ucranianas, los rusos han recuperado el control de aproximadamente la mitad de la superficie que el enemigo ocupó en agosto pasado en la región de Kursk.
Ucrania confía en que la autorización estadounidense para el empleo de misiles de largo alcance contra objetivos militares en territorio ruso ralentice la actual ofensiva enemiga en su territorio.