La actriz Marisa Paredes ha fallecido esta madrugada en Madrid a los 78 años, según ha informado a EFE la Academia de Cine, de la que fue presidenta.
Según fuentes de su entorno cercano, el fallecimiento ha sido repentino y la actriz se encontraba en perfecto estado hasta al menos el pasado domingo, cuando acudió al Teatro Español a ver la representación de 'Luces de Bohemia' en la que participaba su hija la también actriz María Isasi.
Después de la función, estuvieron "tomando unos vinos y charlando", según esas fuentes.
Marisa Paredes, una de las grandes divas del cine español, fue Premio Nacional de Cinematografía (1996), Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2007) y Goya de Honor 2018, entre otros reconocimientos.
A lo largo de una carrera de más de seis décadas trabajó con directores como Pedro Almodóvar, con quien colaboró en películas como 'Tacones lejanos' (1991) y 'La flor de mi secreto' (1996), en ambas con el papel protagonista, con Jaime Chávarri o Agustí Villaronga.
También participó en películas como 'El espinazo del diablo' (2001), del mexicano Guillermo del Toro, y 'La vida es bella' (1997) del italiano Roberto Benigni.
Paredes, que fue presidenta de la Academia de Cine entre 2000 y 2003, el año de la gala del 'No a la guerra en Irak', manifestó su compromiso político hasta el último momento, participando y leyendo el manifiesto el pasado 30 de noviembre en una concentración en Madrid por el alto el fuego en Gaza.
Los organizadores de esa concentración también hablaron con ella el pasado domingo de cara a su posible implicación en otro acto y Paredes le pidió "un par de días para arreglar la agenda", según el portavoz del movimiento, Joanen Cunyet.
Nació en Madrid el 3 de abril de 1946. Pisó un escenario por primera vez con la compañía de Conchita Montes en 'Esta noche tampoco' (1961) y posteriormente en el Grupo de Teatro Universitario.A esa primera obra siguieron 'Ocho mujeres' y 'Rebelde', esta última junto a Vicente Parra.
Dos décadas después, con una fama conseguida a través del cine y la televisión, llevó a escena obras como 'Orquídeas a la luz de la luna' (1988) y, con el director Lluís Pasqual, la lorquiana 'Comedia sin título' (1990) y 'Beckettiana' (1991).
La actriz era un rostro ligado a la figura del cineasta Pedro Almódovar, con quien siguió colaborando en películas como 'Todo sobre mi madre' (1999), 'Hable con ella' (2002) y 'La piel que habito' (2010).
Seis décadas de actuación de Marisa Paredes
Marisa Paredes brilló en películas de Pedro Almodóvar como la oscarizada 'Todo sobre mi madre' (1999), pero sus más de seis décadas de cine y televisión empezaron cuando con 14 años participó en '091: Policía al habla' (1960), de José María Forqué e incluyen cintas internacionales como 'La vida es bella' (1997) de Roberto Begnini.
Más de setenta películas, ochenta ficciones televisivas y quince obras de teatro dan idea de la trayectoria de esta 'chica Almodóvar' que pronunció frases que han pasado a la historia del cine español como la que le dirigió a un Imanol Arias vestido de militar: "¿Existe alguna posibilidad, por pequeña que sea...de salvar lo nuestro?" ('La flor de mi secreto', 1995).
El director manchego más universal le dio también papeles míticos en 'Tacones Lejanos' (1991), y apareció en 'La piel que habito' (2011), mientras que le puso el hábito de 'Sor Estiércol' en 'Entre tinieblas' (1983).
Las primeras actuaciones de Paredes se produjeron en los años sesenta, en películas como 'Canción de cuna' (1961), de José María Elorrieta, en la que actuó también siendo adolescente, o la muy notable 'El mundo sigue' (1965), de Fernando Fernán Gómez. A finales de esa década, en 1967, apareció en un episodio de los cuentos de terror de 'Historias para no dormir' de Narciso Ibáñez Serrador en televisión.
Ya en los setenta se prodigó mucho por la pequeña pantalla en las series teatrales que tanto se popularizaron en blanco y negro, con papeles en 'Teatro de misterio', 'Teatro lírico español', 'Teatro de siempre', 'Teatro breve', 'Noche de teatro', 'Teatro estudio'...además de episodios en 'Pequeño estudio' e 'Historias de Juan Español'.
En los años ochenta siguió compaginando la televisión (como en 'Estudio 1') y el cine ('Ópera prima', 1980, Fernando Trueba; 'Las bicicletas son para el verano', 1984, de Jaime Chávarri, o la ya citada 'Entre tinieblas').
A partir de los noventa compaginó sus colaboraciones con Almodóvar con la televisión (por ejemplo 'Las chicas de hoy en día') y otros directores que ya conocía como Jaime Chávarri, del que protagonizó 'Tierno verano de lujurias y azoteas' en 1993 junto a Gabino Diego e Imanol Arias.
En el año 2001 trabajó en 'El espinazo del diablo', de Guillermo del Toro y en 2018 en 'Petra', de Jaime Rosales. En teatro actuó en obras como 'La gata sobre el tejado del zinc' (1984) y 'Las criadas', de Jean Genet, en 1983.