Aunque los daños en las diversas localidades afectadas por el temporal son uniformes para los cultivos, han sido generados por diferentes causas, por lo que COAG ha realizado un informe detallado de cada uno según las circunstancias que lo generaron. Así, en el término de Arcos de la Frontera, la coordinadora agraria recoge tres zonas de influencia regable: la zona del Guadalcacín con los núcleos rurales de la Junta de los Ríos, La Pedrosa y el asentamiento de la Misericordia; la zona regable de San Andrés Buenavista; y la zona regable del Margen Izquierdo del Guadalete. Las cuantías de las precipitaciones recogidas fueron menores cuanto más cercanas a la Sierra se produjeron, por lo que las más afectadas fueron las explotaciones de la zona regable del Guadalcacín.
Concretamente en La Pedrosa y la Junta de los Ríos, al estar asentados junto al Guadalete, sufrieron daños análogos a los de otros núcleos de Jerez, como puede ser el enterramiento de cultivos con mayor variedad que en otras zonas, tales como hortalizas (zanahorias), remolacha, maíz y algodón.
En el caso de la Misericordia, la vega donde se asienta descansa en la ribera del Guadalete, por lo que cualquier crecida de éste afecta a los cultivos plantados. Fundamentalmente han predominado las pérdidas en el cultivo de algodón.
Por cultivos, como ya reseñó este medio la pasada semana, los más afectados han sido los hortícolas, el algodón y el maíz. En lo que se refiere a los primeros, en Arcos predominan los cultivos al aire libre, recibiendo daños de diversa consideración ante las inundaciones en las parcelas. En cuanto al algodón, la provincia de Cádiz es la segunda con mayor superficie cultivada, con una extensión de 10.628 hectáreas y alrededor de mil cultivadores.
Anteriormente a las precipitaciones el cultivo había sufrido una incidencia en plagas muy elevada. La ineficacia de los fitosanitarios permitidos para el cultivo, unido a la retirada del mercado de la materia activa Endosulfan redujo considerablemente la efectividad de las aplicaciones. Como consecuencia, los rendimientos de la cosecha se redujeron a valores por debajo del umbral determinado por la Resolución de 6 de julio de 2006, lo que se ha visto agravado por las fuertes precipitaciones.
Por otra parte, la superficie de maíz sembrada en la provincia es de 4.520 hectáreas, cosechándose entre los meses de septiembre y octubre. Los daños se contabilizan en menor cuantía puesto que la cosecha está muy avanzada. Aun así, las corrientes de agua han anegado los cultivos, volcándolos y enterrándolos en lodo. Esta situación traerá consigo un retraso de varios meses en la cosecha, una perdida de beneficios por el continúo descenso del precio del maíz, que antes de las precipitaciones oscilaban 0,18 euros/Kg y que en la actualidad alcanza únicamente 0,12 euros/Kg, así como la demora en la siembra de los cultivos siguientes, tales como la remolacha o cereales.
Infraestructuras agrícolas
El otro damnificado de las inclemencias ha sido las infraestructuras agrarias, ya sean las utilizadas para dar acceso a las fincas como son los caminos y carriles, como aquellas para el riego especialmente las de propiedad del agricultor. Las administraciones locales han valorado daños en el mobiliario urbano público o privado, pero solo algunas de ellas de los correspondientes a los aperos y útiles agrícolas. Según las estimaciones de COAG, las pérdidas de este tipo en Arcos superan los 560.000 euros.
En resumen, la coordinadora agraria cuantifica los daños en infraestructuras a nivel provincial en 2.990.000 euros, lo que sumado a las pérdidas en los cultivos eleva la suma a 15.790.295 euros. Para paliar los daños ocasionados, agravados según COAG por la difícil situación que la agricultura y ganadería está sufriendo, las administraciones competentes -Consejería de Agricultura y Pesca y Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino- deben aprobar medidas urgentes de ayudas directas, de carácter fiscal, que palien las pérdidas ocasionadas al sector.
