En 'Oh Canada', recién estrenada en España, Richard Gere interpreta a un famoso cineasta documental que antes de morir quiere contar la verdad de su vida. O lo que él cree que es la verdad, porque "toda su vida es una ficción, y todos de alguna manera vivimos así".
Gere se expresó de este modo durante la entrevista que ofreció a EFE la semana pasada con motivo del estreno en España de su último trabajo. 'Oh Canada' es, además, el reencuentro del actor con el cineasta Paul Schrader, quien le dirigió en los 80 en 'American Gigolo'.
Son ahora casi 50 años más mayores, les han pasado muchas cosas, algunas tragedias. Tragedias que influyeron en la película, de hecho.
La presencia de la muerte
Como cuenta Gere (75 años), el propio Schrader sufrió recientemente la muerte del autor de la novela en la que se inspira la película, Russell Banks, de quien era muy amigo. Y Gere perdió a su padre antes de que el cineasta le llamara para interpretar a Leonard Fife.
"Así que Paul y yo afrontamos esta película con esa sensación de profundidad que dejan las pérdidas de seres queridos", puntualiza.
La muerte está presente en la película. El personaje central (Gere) está a punto de decir adiós por culpa de un cáncer terminal. Antes, quiere contar la verdad de su vida ante una cámara. Quiere cambiar de lado, ser él el grabado.
Dice Gere al respecto: "Es lo que le importa: el mecanismo de la cámara. solo le importa que la cámara esté encendida para que diga la verdad. Así que la película también es un relato metafísico sobre cómo se hacen las películas". O cómo nos construimos la vida.
Cómo contamos nuestro pasado
Porque la vida de Fife, indica el actor, es "una ficción". "Todos -prosigue- vivimos así de algún modo. Tenemos un pasado que recordamos, pero la memoria a veces falla. El futuro es un sueño; el presente no existe".
Ese pasado borroso y confuso conecta la trama. Los 'flashbacks' no siguen una lógica narrativa típica, en consecuencia. Schrader, como destaca Gere, mezcla color y blanco y negro, diferentes formatos de pantalla y texturas variadas para construir escenas que viven en la cabeza del protagonista; escenas que, sean reales o no, salen así de su cabeza.
"Mi personaje es complicado porque es narcisista y egocéntrico. Un artista. Él crea dramas en sus vidas, es probable que exagere las historias que cuenta, pueden no ser verdad", describe.
Trabajar con Paul Schrader
Trabajar en 'Oh Canada' con Schrader, guionista de títulos como 'Taxi driver' y autor de largometrajes como 'Affliction', fue intenso por el peso de las muertes de seres queridos en la construcción de una película que versa sobre ello.
Pero es también estimulante. Según subraya el protagonista de las películas 'Oficial y caballero', 'Pretty woman' o 'Las dos caras de la verdad', el guion tenía entre 70 y 80 páginas y la película, "un presupuesto determinado".
"Del rodaje no ha sobrado nada. Lo que se ve es justo lo que rodamos", asegura Richard Gere.