La noche del jueves, el colectivo “Jerez por la Vivienda” llevó a cabo una acción simbólica para visibilizar la "grave problemática del modelo de ciudad que se está imponiendo en Jerez", donde, según argumentan, las "prioridades parecen estar orientadas exclusivamente a un turismo descontrolado y a la explotación hostelera".
Por este motivo, monumentos emblemáticos de la ciudad, como el dedicado a las Hermandades, en Alameda Cristina, la estatua de la Niña Empoderada en la Plaza Belén, el letrero de “Jerez siempre” del Mamelón), el Monumento a Álvar Núñez Cabeza de Vaca en la calle Ancha, el monumento al fundador de González Byass y otros puntos icónicos de la ciudad, fueron 'decorados' con carteles de “Se Vende. García Pelayo soluciones inmobiliarias”.
Con esta acción pretendía denunciar la “venta simbólica de Jerez por parte del gobierno municipal y la transformación del modelo urbano de la ciudad en una herramienta para el beneficio económico de unos pocos, en detrimento de las necesidades de sus habitantes".
Esta acción coincidió también con una evaluación desde “Jerez por la Vivienda” de la época de las zambombas, "que nuevamente ha puesto de manifiesto, con la critica compartida de gran parte de la ciudadanía, la forma en que el Ayuntamiento afianza un modelo de ciudad que penaliza a quienes residen en el centro histórico, pero también a otros vecinos y vecinas de otros barrios que no pueden disfrutar de sus fiestas debido a la masificación turística, y los altos niveles de explotación hostelera".
Este hecho, es analizado por el colectivo, como una "desatención a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas, en pro de intereses económicos cortoplacistas".
Desde “Jerez por la Vivienda” también se pone el foco en “el aumento descontrolado de las viviendas de uso turístico, una tendencia que está vaciando el centro histórico de sus propios habitantes. Las familias son expulsadas por la imposibilidad de competir con los precios del mercado y el contante cambio de licencias que favorece a los grandes operadores”. Este "proceso de turistificación", como lo llaman, "no solo altera a la convivencia vecinal, sino que también reduce la oferta de viviendas accesibles para quienes desean residir en la ciudad".
Alberto Rodríguez, portavoz de Jerez por la Vivienda, considera que "es indignante que el Ayuntamiento insista en sacrificar la calidad de vida de los jerezanos y jerezanas del centro para satisfacer las demandas de un turismo que no piensa en la ciudad como un lugar para vivir, sino en un parque de atracciones para el disfrute de unos pocos”. En este sentido, reivindica "un modelo de ciudad que respete y ponga en el centro a las personas que viven aquí y no las expulse”.
Ante el argumento recurrente de que el turismo y la hostelería traen riqueza y trabajo, desde “Jerez por la Vivienda insisten en que "estos beneficios se construyen sobre bases precarias. El auge del turismo no ha ido acompañado de mejoras en las condiciones laborales, sino que perpetúa la pobreza y desigualdad de nuestra ciudad. Defendemos un modelo que no solo piense en el beneficio económico inmediato para los de siempre, sino en un tejido laboral estable, digno y que permita a las personas desarrollar sus vidas con calidad y seguridad”, declara Alberto Rodríguez
Desde Jerez por la Vivienda reclaman una transformación del modelo urbano que priorice el bienestar de sus habitantes y garantice el derecho a la vivienda y a una vida digna. "sta acción es una llamada de atención urgente para que las instituciones públicas pongan en el centro de sus políticas a las personas, y no a los intereses especulativos".