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Más control en una subasta en la que "ya no entran inmaduros"

La ampliación de la lonja y su informatización han supuesto más control de las mercancías

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La implantación del sistema de subasta electrónica en la lonja del puerto de Bonanza, acompañada por la mejora de las instalaciones, en las que la Junta de Andalucía ha llevado a cabo una inversión de más de 8,7 millones de euros, ha supuesto una mayor garantía sanitaria de la mercancía y, por otro lado, el aumento de la calidad de los productos que salen de Bonanza con la etiqueta identificativa de este puerto, apostando por un sistema de trazabilidad integral, desde la recepción del pescado hasta la venta. Una calidad que también ha incidido en los resultados económicos de los armadores y pescadores, satisfechos con la implantación del nuevo sistema.

De forma paralela, tal y como destaca el delegado municipal de Agricultura y Pesca, Rafael Louzao, quien ha acompañado a Información en una visita a las nuevas instalaciones, “esto garantiza que en la lonja de Sanlúcar ya no se venden inmaduros”.

De hecho, junto a las precarias condiciones sanitarias que presentaba la anterior lonja, la eliminación de cualquier tipo de fraude, tanto desde el punto de vista de la venta de mercancía que incumplía las tallas mínimas, como la salida de producto de la lonja cuya actividad económica no se registraba y, por tanto, no tributaba, eran dos de los objetivos que perseguía la Junta de Andalucía.

INSPECCIONES

La tranquilidad también ha llegado a la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar, responsable legal de las incautaciones de inmaduros que se llevaban a cabo. “Ahora sabemos que eso se acabó”, apunta Rodríguez. “Todo lo que entra en la subasta y sale de la lonja cumple las tallas mínimas, ya que los responsables de la subasta son los que se encargan de verificar si las distintas especies que salen a la venta cumplen las tallas mínimas y, en el caso de que exista una mercancía que no las cumple, se paraliza”, explica el responsable de la Cofradía sanluqueña.

Uno de los inspectores de la Guardia Civil que acude a la subasta de ayer corrobora las palabras de Louzao y el vicepatrón de los armadores. “Esto no tiene ni punto de comparación con lo que era”, señala, “ahora lo que tenéis que hacer es vender lo bien que se está trabajando en Sanlúcar y la calidad de todos los productos que salen de aquí”. En los últimos días, la labor de la Guardia Civil ha sido prácticamente presencial, apuntan desde la lonja sanluqueña, aunque aún quedan aspectos a perfilar de cara a la puesta en marcha al 100% de la nueva lonja.

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