—¿Qué le ha parecido la política de recortes que pretende llevar a la práctica el Gobierno local?
—Que es un grave error, que unido al grave problema de la huelga de autobuses deteriora enormemente la credibilidad y los réditos electorales del PP. Eso sí, por fin ya sabemos algo del programa electoral que no sacaron durante la campaña, y que las gaviotas del escudo han metamorfoseado en cuervos. Jerez lo que necesita es un plan de saneamiento integral y no arremeter contra los trabajadores, que son los capacitados para sacar a flote el Ayuntamiento. Me reitero, es un enorme error.
—Eso ha sido este viernes, pero hasta entonces ¿qué medidas considera acertadas de las puestas en marcha por el nuevo Gobierno municipal en estos primeros cien días?
—Lamento decir que no he visto ninguna. Sí he visto muchas declaraciones de “vamos a hacer, vamos a hacer”, pero después del dicho al hecho, muy poco. Es más, destacaría que habría que haber tomado varias decisiones importantes, como ante el problema de los autobuses, y no se ha tomado ninguna decisión. La situación no se sostiene, un servicio básico no se presta y el Ayuntamiento mira para el lado. Segundo, era necesaria una decisión para recomponer el organigrama de la plantilla mediante un mínimo estudio para comprobar qué departamento estaba sobrado y cuál estaba escaso, y no se ha hecho. Es más, en vez de acudir a una fórmula legal para atribuir los puestos directivos, han acudido a una ilegal que ya está denunciada ante la Junta de Andalucía, que es la que tiene la capacidad de control o de tutela.
—¿Tan mal ve la gestión?
—El problema es que creo que no se esperaban ganar tan holgadamente. No tenían proyecto para Jerez y están intentando improvisar uno ahora. Es increíble, por ejemplo, que el tema del pago puntual de la nómina de los funcionarios siga sin resolverse. Si cerramos los ojos, es una continuidad del gobierno errático del PSOE, aunque no hayan parado de sacar el soniquete de la herencia. Parecen olvidar que han estado seis años en la oposición, ¿o no sabían a qué se oponían cuando se oponían a casi todo desde la oposición?, porque para oponerse hay que saber a qué te opones. Luego no pueden aducir ahora que no conocían la herencia. Aquí hay que poner encima de la mesa un programa que no tienen, decir qué quieren para Jerez, llevarlo a un pleno y que la oposición lo debata, lo discuta y lo complemente.
—¿Y cómo valora la aportación de los independientes por los que apostó García-Pelayo?
—No están dando resultado y no entendemos las dedicaciones parciales, aquí no cabe eso, porque no se explica que departamentos tan importantes para la ciudad tengan esa dedicación parcial.
—Han denunciado falta de información, el PSOE que no hay colaboración, y sin embargo el primer gesto de la alcaldesa ha sido el de la mano tendida, ¿qué ha ocurrido entonces?
—Las palabritas de voy a intentar gobernar para todos, sin acritud, con la máxima transparencia… ésas se las llevó el viento al día siguiente de la toma de posesión, porque el PP ha hecho todo lo contrario. Niega la información a la que tiene derecho la oposición, y nos va a obligar a acudir en breve a los tribunales, el PP sigue intentando desviar su responsabilidad de gobierno, repartiéndola entre el gobierno anterior o a la oposición, lo que es increíble, porque se han limitado a mirar para el lado ante una realidad de miles de parados en la ciudad, como está ocurriendo con el conflicto de los autobuses, que ya les está costando una friolera de votos. Para el PP ya ha empezado el reloj a marcar la cuenta atrás. Y hay que recordarle a los señores del PP, remitiéndonos a una experiencia muy reciente, que administrar una victoria es mucho peor que administrar una derrota.
—¿Qué haría usted para solucionar el tema de los autobuses?
—Yo empezaría por sancionar ejemplarmente a Urbanos Amarillos, porque hay motivos, y por supuesto retirarle la concesión. Después, consultar a nuestros técnicos del Departamento de Movilidad, como cuando en su día rescatamos Autobuses Urbanos de Jerez, y ver si el Ayuntamiento tiene capacidad para asumir el servicio si es una fórmula más ahorrativa. Desde el Foro apostamos por la circunstancia que más beneficios reporta para la ciudad, que es prestar el servicio directamente.
—El nuevo conflicto recién inaugurado es el de Onda Jerez, ¿qué medida considera más viable?
—El cierre y la reconducción de la plantilla a otros departamentos que hacen falta. No se puede mantener porque no presta el servicio para la que fue creada, porque da una versión manipulada de la realidad, incluso si la garantizara, ¿a qué precio? Los medios privados ya están desempeñando esa función de informar y de hacerlo desde la pluralidad política. La plantilla se puede recomponer para realizar otras labores. Por ejemplo, tenemos un archivo fantástico del flamenco, y eso hay que mantenerlo vivo. También hay un archivo gráfico inmenso sobre la ciudad, y eso hay que mantenerlo vivo.
—¿Hasta ese punto?
—La situación es tan grave que el Ayuntamiento va a tener problemas para garantizar los servicios obligatorios mínimos, y eso supone que va a tener muchísimos más problemas para garantizar los voluntarios. Imagínese que mañana los responsables de las finanzas municipales van pidiendo ayuda a los bancos: ¿van a tener credibilidad como buen pagador si están manteniendo empresas fantasmas que producen gran cantidad de pérdidas?
—¿Cree que al menos la situación económica coyuntural mejorará estos años y que ello irá en beneficio de la propia administración?
—El Ayuntamiento va a tener cuatro años de penuria total, porque van a ser los años en los que se consolide la recesión. Los expertos independientes dicen que hasta 2015 no se empieza a ver una luz, y la creación de empleo se atrasa hasta 2013. Este mandato va a ser el de la recesión y el entorno va a ser muy duro, por eso hacen falta políticos que tomen medidas valientes y que den la cara, no cobardes. La ciudadanía, si se le explica la situación y se le permite que dé su opinión, se puede sentir copartícipe de la decisión que tome el Ayuntamiento, tendente a evitar que se agrave la situación y se puedan seguir prestando los servicios públicos básicos que la población está demandando. En el Foro ya propusimos crear un comité de salvación, presidido por la máxima autoridad, con la participación de partidos políticos, empresarios, sindicatos, vecinos… para decidir qué hace Jerez con el Ayuntamiento, porque el problema que tiene Jerez es el Ayuntamiento. Antaño el problema lo resolvía el Ayuntamiento, pero ahora es Jerez la que tiene que decidir qué hace con su Ayuntamiento y su gobierno actual, que es una rémora para conseguir un crecimiento sostenido. Todos tienen que contribuir para ver qué medidas se toman para salir de esta situación, y eso no se está haciendo.
—¿No cree que una victoria del PP en las generales y en las autonómicas irá en beneficio del Ayuntamiento ahora que lo gobiernan las mismas siglas?
—Ese es el sueño de este grupo, el grupo del “hemos ganado, ¿y ahora qué hacemos?”, que con un triunfo del PP en Madrid y en Andalucía, atiborren de dinero a Jerez por la cara como hizo Rodrigo Rato con Teófila Martínez hace doce años. Pero ese sueño se desvanece en seguida. Si eso es así, qué pasa con todos los demás municipios de España.
—¿Qué le parecen los pasos dados desde Urbanismo para ofrecer nuevo suelo industrial a futuros inversores?
—No se puede atraer nada porque no tenemos suelo público. El que había se lo entregó el gobierno anterior a Zahav, no se sabe a cambio de qué, y el resto a un misterioso parque kinético. Ahora mismo viene algún empresario con la intención de invertir en industrias para Jerez y no puede hacerlo, se va a Trebujena, a Chiclana, a Lebrija o a El Puerto. Jerez no tiene capacidad ahora para dar respuesta, y en estos tres meses tampoco he visto que se hayan tomado las medidas oportunas para solucionar eso mediante la urbanización de suelo.
—También se ha insistido en potenciar la actividad económica a través del turismo, ¿lo ve posible?
—La marca Jerez, que tanto trabajo nos costó proyectar al mundo entero, una imagen de calidad amparada en el flamenco, en un vino único, en una ciudad habitable, que atrajera al visitante… Eso ahora mismo no es así, porque aunque la marca sigue ahí, no está apoyada en campañas de difusión. El tema del caballo está abandonado, la limpieza del centro histórico está que da pena. Cómo se va a apoyar una marca de fama mundial si los soportes están fallando. El caso del aeropuerto, por ejemplo: ¿se contacta con las compañías? ¿Por qué las compañías dejan de ofrecer vuelos o se van? ¿Va a servir de verdad el apeadero, salvo para fastidiar al sector del taxi?.
—Hablaba antes de dar participación a la ciudadanía. El Gobierno ha puesto en marcha una serie de mesas de diálogo para dar voz a los sectores implicados, ¿no cree que vayan bien encaminadas o también se le debería dar partido en las mismas a la oposición?
—El PP lo que ha hecho es montar un batiburrillo de muchas mesas y se van a estrellar. El insistir nosotros solos, sin contar con la oposición, por el atracón de votos, sólo le va a provocar vómitos. Y más aún teniendo en cuenta que es un partido que tiene muy poca experiencia de gobernar en la ciudad, con un equipo bastante verde, y estos problemas les trascienden. Pero la línea sigue por ahí, y no nos extrañe que nos encontremos con la mesa del canario verde, de la guitarra, del caballo… Habrá mesas todos los días, porque lo importante es rellenar muchas páginas de periódicos, aparentar que se hace algo, y eso no vale. Jerez no está para apariencias, está para empezar del dicho al hecho.
—Usted impulsó los distritos en Jerez, pero ahora está en contra de que el PP siga con esa política, ¿por qué?
—Porque la ciudad, con un ayuntamiento en ruinas, lo que tiene es que centralizar los servicios, no descentralizarlos. No tiene capacidad para abrir pequeños ayuntamientos en otros distritos. Los pioneros en la creación de distritos en España fueron Madrid y Barcelona, y Madrid ya se está pensando en suprimirlos con la crisis que se está pasando, ya que eso es costosísimo para el municipio. La creación de distritos tiene validez cuando haya que hacer participar a las instituciones culturales y vecinales en proyectos serios, pero si es repetir un ayuntamiento pequeñito en cada área geográfica es inviable.
—Con respecto a su grupo municipal, ¿confían en recuperar el acta de la concejala no adscrita?
—El grupo lo que ha hecho es tirar para delante. No notamos el que nos falte uno. Las decisiones sobre el grupo municipal las tomó el Foro y hasta ella votó que sí, y nos encontramos de pronto con una espantada, pero se ha estrellado con la legislación local. Sólo nos supone trabajar un poco más.
—Hay quien sigue sosteniendo que no aguantará los cuatro años en la oposición...
—Se equivocan. Es curioso que cuando me presenté, porque quería aportar cosas nuevas, había contertulios agudos e instruidos que hablaban de “retorno al pasado”, y ahora resulta que esos mismos no dicen lo mismo de Chaves o de Guerra, ¿es que hay miedo al PSOE? Me siento a gusto, poco a poco vamos a coger un ritmo endiablado.
—¿Y cómo lo lleva en Diputación?
—La orden es hacer nada. Vegetar, vegetar, vegetar. Eso demuestra lo poco importante que es la Diputación, que parece que sólo sirve para colocar a gente. Saqué el debate sobre la idoneidad o no de contar con esos órganos intermedios. Dije que en la Europa de los estados federales tienen utilidad, pero en este país, en vez de federalizar el estado autonómico, se ha hecho lo contrario. La Junta en vez de contar con estos órganos intermedios, los ha obviado y ha repetido delegaciones provinciales en cada provincia. Habría que reorientar a estos órganos, darle nuevas funciones orientadas a ayudar a pequeños y medianos municipios, pero eso le corresponde al Gobierno andaluz, que ya promulgó una ley de coordinación con las diputaciones que no ha servido para nada. La nueva Ley de Autonomía Local debería haber recogido esas funciones o suprimirlas, aunque no puedan desaparecer.
—¿Está de acuerdo con la incompatibilidad de ser alcalde y parlamentario?
—Yo voté que no estaba de acuerdo, porque yo he sido parlamentario y alcalde. Me obligó a trabajar más, pero me ayudó para traer cosas buenas para la ciudad. Lo de la incompatibilidad de los alcaldes es un ataque de cuernos del PSOE ante la derrota que se le avecina. Es absurdo.
—¿Cómo ve las autonómicas?
—La duda es si la eterna promesa de Javier Arenas será capaz o no de conseguir el triunfo con holgura. Yo creo que no. No está a la altura de las circunstancias.
—¿Y usted, se presentará?
—Me gustaría, porque hace ocho años que no estoy en la política andaluza. Pero es una expresión de deseo, no significa nada. Ya hay movimientos de grupos independientes que quieren contactar, pero falta mucho.