La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, acompañada por el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, inauguró ayer la ampliación del Museo de Cádiz en la Casa Pinillos, tradicional vivienda burguesa gaditana legada al museo por su propietaria Carmen Martínez de Pinillos y puesta en valor con la financiación del Ministerio de Cultura que va a permitir a la ciudad “incrementar los espacios culturales dedicados a la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812”.
Durante la inauguración, González-Sinde ha considerado que “no hay mejor uso que ese” para que la Casa Pinillos comience su nueva función. En esta misma línea se ha expresado el consejero andaluz de Cultura, Paulino Plata, y el de Gobernación, Francisco Menacho, quien también preside el Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812.
Según han detallado en sus intervenciones, el Ministerio de Cultura ha invertido más de 4,5 millones de euros en la rehabilitación de este inmueble, que dota al Museo de la ciudad de un “nuevo y moderno” espacio de uso cultural, con cerca de 1.600 metros cuadrados de superficie útil.
Exposición inaugural
La Casa Pinillos abre sus puertas al público con una exposición inaugural de fotografías de entre 1895 y 1950 que utiliza fondos de la colección fotográfica de Ramón Muñoz Blanco, titulada Cádiz, la ciudad entre dos siglos, adquirida por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a la que se suman varias imágenes de la ciudad tomadas por el estudio de Jean Laurent y Cia.
Según han indicado, Ramón Muñoz capturó con su cámara miles de instantáneas de la vida cotidiana local entre finales del siglo XIX. En esas imágenes se puede reconocer la arquitectura y urbanismo de la época, las fiestas y eventos sociales, la vida familiar burguesa, el comercio, la industria o la actividad portuaria de un periodo “esencial” en la configuración de la ciudad actual.
Así, Juan Alonso, director del Museo de Cádiz y comisario de la exposición, ha seleccionado los contenidos de la muestra, que ilustra con un enfoque sociológico. El inicio de la muestra se sitúa en torno a los años finales del siglo XIX cuando Cádiz entra en una profunda crisis marcada por la pérdida de las últimas colonias en 1898 y finaliza a mediados del siglo XX, época en la que se había convertido en una tranquila capital de provincia cuya actividad recordaba poco a la urbe cosmopolita y comercial de otros tiempos. Una vez finalizada la muestra, Plata anunció que el inmueble se va a dedicar a impulsar y albergar actos incluidos en la celebración del Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812.
puesta en valor
La intervención arquitectónica realizada por el arquitecto Francisco Reina Fernández Trujillo respeta los elementos más destacados del edificio: fachadas, patio, escalera principal, dependencias de la planta noble y torre mirador, a la que se ha liberado de añadidos realizados durante los siglos XIX y XX y actúa especialmente en el área de servicio que se disponía en torno a un pequeño patio situado en el extremo norte del edificio. En esta zona se ha creado un nuevo núcleo de escaleras y ascensor montacargas que garantizan la comunicación vertical entre los distintos niveles.
Fernández-Trujillo, ha conjugado en su proyecto el “respeto”al carácter histórico del edificio con la incorporación de elementos contemporáneos de “gran interés”.
El resultado es un edificio donde se crean salas expositivas flexibles, se revalorizan espacios originales y se incorporan elementos singulares como la estructura de vidrio y acero que cubre la azotea, al modo de las clásicas monteras gaditanas del siglo XIX o la torre primitiva, próxima a la tipología de torre-sillón, muy habitual en las construcciones de la ciudad.
Además de esta primera intervención en el edificio está pendiente de ejecución una segunda fase, que tendrá por objeto la instalación de una exposición permanente que tenga presente la relación de Cádiz y su territorio con el mar.
Bajo el título Cádiz y ultramar. La burguesía mercantil gaditana se destacarán aspectos significativos del ámbito doméstico burgués y su relación con el espacio urbano, el mundo de los negocios marítimos, la vida familiar y social, o la cultura durante la Edad Moderna y primera etapa de la Edad Contemporánea.
Durante la inauguración, González-Sinde ha considerado que “no hay mejor uso que ese” para que la Casa Pinillos comience su nueva función. En esta misma línea se ha expresado el consejero andaluz de Cultura, Paulino Plata, y el de Gobernación, Francisco Menacho, quien también preside el Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812.
Según han detallado en sus intervenciones, el Ministerio de Cultura ha invertido más de 4,5 millones de euros en la rehabilitación de este inmueble, que dota al Museo de la ciudad de un “nuevo y moderno” espacio de uso cultural, con cerca de 1.600 metros cuadrados de superficie útil.
Exposición inaugural
La Casa Pinillos abre sus puertas al público con una exposición inaugural de fotografías de entre 1895 y 1950 que utiliza fondos de la colección fotográfica de Ramón Muñoz Blanco, titulada Cádiz, la ciudad entre dos siglos, adquirida por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, a la que se suman varias imágenes de la ciudad tomadas por el estudio de Jean Laurent y Cia.
Según han indicado, Ramón Muñoz capturó con su cámara miles de instantáneas de la vida cotidiana local entre finales del siglo XIX. En esas imágenes se puede reconocer la arquitectura y urbanismo de la época, las fiestas y eventos sociales, la vida familiar burguesa, el comercio, la industria o la actividad portuaria de un periodo “esencial” en la configuración de la ciudad actual.
Así, Juan Alonso, director del Museo de Cádiz y comisario de la exposición, ha seleccionado los contenidos de la muestra, que ilustra con un enfoque sociológico. El inicio de la muestra se sitúa en torno a los años finales del siglo XIX cuando Cádiz entra en una profunda crisis marcada por la pérdida de las últimas colonias en 1898 y finaliza a mediados del siglo XX, época en la que se había convertido en una tranquila capital de provincia cuya actividad recordaba poco a la urbe cosmopolita y comercial de otros tiempos. Una vez finalizada la muestra, Plata anunció que el inmueble se va a dedicar a impulsar y albergar actos incluidos en la celebración del Bicentenario de la Constitución de Cádiz de 1812.
puesta en valor
La intervención arquitectónica realizada por el arquitecto Francisco Reina Fernández Trujillo respeta los elementos más destacados del edificio: fachadas, patio, escalera principal, dependencias de la planta noble y torre mirador, a la que se ha liberado de añadidos realizados durante los siglos XIX y XX y actúa especialmente en el área de servicio que se disponía en torno a un pequeño patio situado en el extremo norte del edificio. En esta zona se ha creado un nuevo núcleo de escaleras y ascensor montacargas que garantizan la comunicación vertical entre los distintos niveles.
Fernández-Trujillo, ha conjugado en su proyecto el “respeto”al carácter histórico del edificio con la incorporación de elementos contemporáneos de “gran interés”.
El resultado es un edificio donde se crean salas expositivas flexibles, se revalorizan espacios originales y se incorporan elementos singulares como la estructura de vidrio y acero que cubre la azotea, al modo de las clásicas monteras gaditanas del siglo XIX o la torre primitiva, próxima a la tipología de torre-sillón, muy habitual en las construcciones de la ciudad.
Además de esta primera intervención en el edificio está pendiente de ejecución una segunda fase, que tendrá por objeto la instalación de una exposición permanente que tenga presente la relación de Cádiz y su territorio con el mar.
Bajo el título Cádiz y ultramar. La burguesía mercantil gaditana se destacarán aspectos significativos del ámbito doméstico burgués y su relación con el espacio urbano, el mundo de los negocios marítimos, la vida familiar y social, o la cultura durante la Edad Moderna y primera etapa de la Edad Contemporánea.
