El actor José Luis Gómez, que ha sido presentado como único candidato a la vacante de Francisco Ayala en la Real Academia Española, cree que quizá pueda aportar "algo distinto a la pericia de los demás académicos y es el apoyo, el cuidado de la palabra en acción, de la palabra en el escenario".
Gómez (Huelva, 1940), fundador del Teatro de la Abadía, afirma, en declaraciones a Efe, que cuando le propusieron ser académico de la Lengua, se sintió "un poco abrumado", porque además hacía unos meses que fue investido doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid.
"Primero consulté con muchos amigos muy allegados -explica- y me aconsejaron que aceptase y a partir de ahí, pues es un honor muy grande porque sería el primer actor que entrase en la Academia sin compartir esa actividad con la de la escritura, como nuestro memorable Fernando Fernán Gómez".
Sobre cuáles serían, en su opinión, sus méritos para haber sido propuesto candidato, el actor asegura que tuvo que "espulgar" en su memoria para ver si había alguno: "y solo acierto a encontrar que me he dedicado toda mi vida, y desde mi vuelta a España, al aula escénica", indica.
"Ese es el eje de mi trabajo en España, que no ha sido otra cosa que recuperar el habla escénica y la palabra encarnada, y en eso ha consistido mi labor en la Abadía", comenta.
Una tarea que Gómez se ha propuesto porque, en su opinión, "en España ha habido, por una razón que no es imputable a los actores, una situación de dejación del aula escénica, del nivel de alocución escénica en el teatro".
Y eso, añade, "es debido a los cortes históricos que ha habido y que han influido en la falta de continuidad de un cultivo de la palabra en acción o entrañada, que diría María Zambrano".
Esa es, a su juicio, una de las "asignaturas pendientes" y quizá, en ese sentido, el actor y director teatral cree que podría "aportar algo distinto a la pericia personal y probada de los demás académicos".
"Mi aportación podría ser eso: una inclinación, un cuidado, una concentración, un apoyo, un estímulo a la palabra en el escenario, esa palabra en acción. Y creo que de las grandes tradiciones europeas occidentales, España es uno de los países donde se advierte mayor descuido", asevera.
"Nuestra tradición no presenta las luces de la gran tradición inglesa, alemana o francesa", sostiene este gran actor, que ha merecido premios como el Nacional de Teatro y el Especial de la Crítica por montajes como "Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte", de Valle-Inclán; los "Castillos en el aire", de Fermín Cabal, o el "Mesías", de Steven Berkoff.
La lengua española, subraya el candidato, "es de una extraordinaria vigencia geográfica y está en expansión"; pero, sin embargo, "como lengua de cultura no está donde debería estar", asevera.
Y como ejemplo de una situación diferente cita el del "desembarco" que, en su opinión, ha realizado Polonia durante su presidencia europea.
"Hace dos años yo grabé para la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales el disco de 'Diario de un poeta recién casado', de Juan Ramón Jiménez, y cuando correspondió a España la presidencia europea, no se hizo nada comparado con el desembarco polaco en España".
Ha habido "una oleada de teatro excelente, magníficos conciertos, y en el año del poeta Milosz es muy curioso que Polonia haya editado en Inglaterra, Francia, Alemania, Bielorrusia, Ucrania, China y Japón, la misma selección de poemas en cada país con actores relevantes o distinguidos. Nunca en España se hizo nada parecido", añade.
Si el próximo 1 de diciembre, José Luis Gómez resultara elegido académico, el actor afirma que el hecho de que el sillón "Z" haya estado ocupado por Ayala, "admirable y lúcido, es un desafío".
"Nunca podré llenar esa ausencia, en todo caso podría intentar compensarla. Y Ayala fue un defensor de la libertad, de la independencia de juicio", subraya el actor.